La buena noche del vigilante jurado

Mientras estoy de guardia por la noche, me encanta leer los diarios que nos llegan de toda la Península. Esta carta, más que una aclaración, es una reclamación para con UGT y CC OO. Es con respecto al hecho de que se hable mucho de algo o de alguien en prensa, radio y televisión. Como ocurre con el tema de los vigilantes jurados o guardas. Se comenzó con el tema de Dionisio Rodríguez y el blindado, el cual dio que hablar. ¿Luego no hablan de los grandes chorizos nacionales y extranjeros que se esconden en nuestras costas en grandes palacios?Iñaki, en su programa de la SER Hoy por hoy, dio que hablar del tema, lo recalcó bastante, ¡y esos medios de comunicación! Acusan a los vigilantes jurados tan salvajes que dice la gente de los del Metro, mas luego ellos mismos se quejan de la inseguridad en dicho transporte. Me encantaría que los directivos del Metropolitano de Madrid se paseasen con el señor Leguína un sábado por la noche por la línea 1. Se darían cuenta de la eficacia de esos señores. ¿Qué pasaría en esos lugares sin nuestros servicios? ¿Los limpiarían ciertos señores? ¡No los de la limpieza! Y esos señores policías no podrían con todo.

Nuestros servicios constan de ocho días de trabajo, o más, y uno de descanso, más de 12 horas siempre de noche y un fin de semana cada cuatro o cinco meses; siempre solo, salvo, en mi caso, con la compañía de un perro llamado Rintin; siempre la sombra y única compañía en la larga noche. Con una nómina que no asciende a 66.000 pesetas, ¡y si se gana es porque nos comemos al mes más de 310 horas!

Según estadísticas, sólo aguantan en estas empresas las personas casadas y necesitadas; los jóvenes, gran mayoría de ellos, no pasan del mes sin despedirse.-