Londres califica a Sadam de "forajido" por la retención de los extranjeros
El ministro de Exteriores del Reino Unido, Douglas Hurd, calificó ayer de "táctica de forajido" la utilizada por el Gobierno iraquí de Sadam Husein, que anunció en la madrugada del sábado la retención de unos 4.000 británicos, 2.500 estadounidenses y otros occidentales en bases militares y recintos estatales de Irak "hasta que haya desaparecido el peligro de agresión" contra Bagdad.Hurd consideró "completa mente inadmisible" la decisión del Gobierno de Bagdad de retener a millares de extranjeros de los países que participan en el bloqueo contra Irak, en primer lugar Estados Unidos, y la calificó de contraria "a todas las normas de comportamiento internacional".
"Continuaremos haciendo todo lo posible por obtener la liberación de los británicos y de otros extranjeros en Irak y en Kuwait",agregó Hurd, quien solicitó a las autoridades iraquíes "una clarificación inmediata" sobre la retención de esas personas. El embajador iraquí en Londres, Azmi Shafiq al Salihi, manifestó por su parte que los occidentales retenidos "no son rehenes en absoluto, sino húespedes" de Irak y que "por su propia seguridad deberán quedarse" en ese país y en Kuwait, anexionado por Bagdad.
La actitud de Londres, que parece endurecer su postura pese a las amenazas iraquíes, forma parte de un conjunto de reacciones de países occidentales ante la suerte de los extranjeros, en las que se expresa la preocupación, la indignación y el temor a una escalada en el conflicto del Golfo.
"Graves consecuencias"
El Ministerio de Asuntos Exteriores francés advirtió ayer al embajador iraquí, Abdul Razzak, de las "graves consecuencias" que puede tener cualquier amenaza a las seguridad de los ciudadanos franceses que se encuentran en Irak y Kuwait. El Gobierno francés pidió explicaciones sobre la declaración del presidente del Parlamento iraquí, Sadi Mabdi Salih, quien formuló el anuncio de que los extranjeros serían retenidos mientras permanezca la amenaza de guerra contra Bagdad.
El ministro de Exteriores belga, Mark Eyskens, calificó de "acto de guerra" de Irak el desplazamiento de residentes extranjeros hacia zonas estratégicas de ese país. Un portavoz oficial soviético, Yuri Gremitskij, por su parte, dijo ayer que la Unión Soviética sigue con inquietud los últimos acontecimientos en el Golfo, en especial las informaciones sobre los ciudadanos de una serie de países" retenidos por decisión de las autoridades iraquíes.
El Gobierno de Brasil, por su parte, se declaró "frustrado y perplejo" por el retraso en la concesión de visados de salida de Irak a unos 450 ciudadanos brasileños, y manifestó su decepción por "no ver traducidas en actos las promesas de las autoridades iraquíes".
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