Maniobras complicadas
El jueves se presentó en Los Veranos de la Villa el Ballet Clásico de Madrid, conjunto impulsado por el cántabro Adolfo León desde 1980, con el empeño de continuar el estilo danés que en Madrid introdujo su maestro Leif Omberg. La compañía, formada actualmente por 16 bailarines, entre los que destacan valores indiscutibles como Juan Polo, Marta Castellanos y Laura Jorquera, y futuras promesas como Antonio Luis, necesita con urgencia ampliar su formación y mejorar la dirección artística, además de buscar otras iniciativas coreogra icas para despegar de su apariencia escolar.El maestro y coreógrafo Adolfo León se obliga a montar complicadas variaciones de pies, líneas de equilibrios sostenidas y saltos o extensiones espectaculares, que en general borran el matiz expresivo y el juego de aparente naturalidad de la danza, resaltando, inmerecidamente para los bailarines, su envaramiento y afectación. Además, las composiciones de los grupos son esquemáticas y repetidas en pasos y formas, por lo que la actuación resultó pesada y sin gancho. Hubo momentos buenos, como el solo masculino del Festival de las flores y las escenas de enredo del Sombrero.
Ballet Contemporáneo de Madrid
Director y coreógrafo: Adolfo León. Suite de la Bella Durmiente (Petipa / Chaikovski). Festival de las flores en Genzano (Bournonville / Pauli). Corsario (Petipa / Drigo) y Sombrero de tres picos (Adolfo León / Falla). Cuartel del Conde Duque. Madrid, 16 de agosto.
La estrella de la noche fue Juan Polo y parece ser el que soporta todo el peso de la compañía. En sus intervenciones del Corsario y el molinero de El sombrero parece un kamikaze, generoso y arriesgado. Además de su salto elevado y amplio, y su gran elasticidad de piernas y cintura, da muestras de sensibilidad, fuerza y proyección escénica.