Emilio Muñoz enderezó la feria

Emilio Muñoz enderezó, en el taurino día de la Virgen, el rumbo de la feria, que salvo el oasis del domingo por mor de las actuaciones de Espartaco y Aparicio venia siendo de una pesantez abrumadora. Tuvo el trianero un primer toro bravo, de los que descubren a los toreros para bien o para mal.Con la mano derecha empezó Muñoz su faena, con lentitud, mucho temple y larga trayectoria en los redondos. Los naturales, si cabe, tuvieron más hondura, aunque en alguna ocasión el viento le restara limpieza. Tan acostumbrados al unipase, confortaba la variedad: el ayudado por bajo primoroso, el molinete con la izquierda belmontino, las trincherillas, el afarolado.

Salió decidido con el sobrero de Benítez Cubero; y se dobló con él con torería. Era otro toro con menos recorrido, y lo sacó a los medios a ver si rompía más, con el inconveniente de que el que rompía allí, despiadado, era el viento del desierto. Acertó Muñoz a darle dos buenas series de pases en redondo, antes de matarlo por el hoyo de las agujas.

A medio gas

José María Manzanares salió a la plaza a medio gas. A su primero lo toreó a la verónica con temple, pero siempre con el paso atrás, Con la muleta citada atrás y al hilo del pitón. No le bajaba la mano, pues una vez que lo hizo se le cayó. Faena sin armazón, deslabazada. En el quinto salió con otra decisión. Las verónicas tuvieron más quietud, las chicuelinas, con las manos muy bajas, tuvieron ajuste. La faena, con un buen comienzo sobre la mano derecha, fue de más a menos.

Rafael de Paula debe pensarse muy seriamente si puede seguir vistiéndose de luces. Con tal ausencia de reflejos y de facultades físicas, el riesgo que está corriendo es desproporcionado a los emolumentos económicos que pueda percibir. Si para el espectador resulta angustioso verlo en la cara del toro, es de suponer que para Rafael debe ser un calvario. Macheteó a su noble primero como si fuera un pregonao.

En el cuarto anduvo haciendo tiempo entre armar la muleta y ordenar a su cuadrilla que se lo pusieran allá o acullá. Daba lo mismo, pues lo que quería era no verlo en ninguna parte.

Destacaron con las banderillas Gregorio Cruz Vélez y Manolo Ortiz, éste también en la brega.

Emilio Muñoz ha puesto alto e[pabellón de esta feria. Todavía le queda otra corrida.