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COMUNICACIÓN

La "carga afectiva" de las palabras distingue a los lectores de prensa

Los lectores de Le Monde y los de Le Figaro son diferentes, no sólo por el enfoque de la actualidad y los valores representados en el periódico que compran, sino también por el valor que otorgan a las palabras. Un nuevo instrumento de investigación, la semiometría, puesto a punto en Francia tras ocho años de trabajos por Jean François Steiner y Emeric Deutsch para la Sociedad Francesa de Estudios por Sondeos (Sofres), se ocupa de medir la "carga afectiva" que reside en las palabras y proyectarla "en el espacio de los sentidos".Según una encuesta comparativa difundida por el diario independiente Le Monde, las palabras favoritas de sus lectores habituales son "escribir, preguntar, perdón, reflexionar, libro, extranjero, investigador, enseñar..."; conceptos bastante alejados de los preferidos por los adeptos del conservador Le Figaro, que son "Dios, patria, moral, tradición y potencia". Un tercer grupo de lectores es el compuesto por los asiduos de Liberation, partidarios de "bohemia, original, misterio, carnal y hurnor".

El lector de Le Monde, que no tiene "más que desdén" para palabras como "dinero, comercio, heredar, confort y viril", parece quedar por encima del bien y del mal. El psicoanálisis podrá ocuparse de investigar lo que significa esta elección, ya que la semiometría, estructurada en torno a 210 palabras extraídas del hebreo y de la Biblia, tiene también muy en cuenta el Ello y el Superyo freudianos.

La encuesta fue realizada en octubre de 1989 sobre una muestra de 1.800 adultos, según explicó el periodista y escritor Jean François Steiner. En el origen de la semiometría, explicó, hay tres fuentes. La primera de ellas, "los tópicos de Freud, su tentativa -inacabada- de describir la estructura del inconsciente". La segunda fuente un objeto en cierta forma idéntico, la descubrí en ciertos comentarios en torno a la Biblia, donde se describía la estructura de Dios", dice Steiner. En tercer lugar, llegó el acercamiento de Steiner a las investigaciones de un laboratorio de la Comisaría de la Energía Atómica (CEA) que estudiaba los cinco principales temas debatidos en la prensa cada año para descubrir la estructura de la opinión pública.Tras haber relacionado "el tratamiento estadístico de la opinión pública con los trabajos sobre el inconsciente de Freud y con la estructura del ser divino de la Biblia", en 1985 Steiner cambió "los temas" del CEA por "palabras", y midió su uso en tér minos de placer y de displacer. Para Emeric Deutsch, psicoana lista y profesor de Ciencias Políticas, está muy claro: "Leer un diario es identificarse con un valor o buscar en él un valor al que el lector se adhiere".

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