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GUERRA EN EL GOLFO

Bush vería con agrado el derrocamiento de Sadam Husein

El presidente de Estados Unidos, George Bush, sugirió ayer en rueda de prensa que vería con buenos ojos un derrocamiento del presidente de Irak, Sadam Husein, por parte del pueblo. "Eso ocurre a veces, hay países en el mundo que lo esperan", declaró Bush tras ser preguntado por los periodistas sobre si deseaba la caída de Husein".Al preguntársele si Estados Unidos era uno de los países que esperaba la caída de Husein, Bush dijo que "independientemente de lo que nos pueda costar el alcanzar nuestros objetivos, eso es lo que debería ocurrir", informa Reuters desde Kenne bunkport. Poco antes el presidente de EE UU se había reunido con el secretario de Estado James Baker, el asesor de seguridad nacional Brent Scowcroft y otros asistentes en su residencia veraniega de Maine.

Tras la rueda de prensa Bush inició ayer sus vacaciones en Nueva Inglaterra explicando que "la vida sigue" y que su estancia en Kerínebunkport no impedirá su control sobre lo que está sucediendo en Arabia Saudí. El presidente ha anunciado que no desea convertirse en un "rehén" de esta situación, y pese a estar de vacaciones estará "rodeado de un complejo y eficiente equipo de comunicación que me permitirá estar informado de todo cuanto suceda".

Bush anunció, a bordo del avión presidencial, el Air Force One, camino de sus vacaciones, que piensa pasar 25 días alejado de Washington con su mujer, Barbara, y sus nietos. Durante los próximos días, allí donde se encuentre, sea jugando al golf o pescando en su vieja motora Fidelity, Bush estará en permanente contacto con el Pentágono.

Serán unas vacaciones tensas, pero, al fin y al cabo, unas vacaciones. Algunos ayudantes del presidente han expresado su preocupación por el efecto que pueda tener en la imagen del presidente el hecho de que éste se encuentre de vacaciones mientras las tropas norteamericanas viajan a Arabia Saudí, pero Bush considera que "la vida continúa", pese a los acontecimientos del golfo Pérsico y que no está dispuesto a convertirse en un "rehén de esta situación, encerrado en la Casa Blanca", en una clara referencia a lo sucedido con el ex presidente Jimmy Carter durante la crisis de los rehenes de Irán. Bush permanecerá en Maine hasta final de mes, aunque está previsto que viaje a Washington.

Antes de tomar el avión para dirigirse a Maine, el presidente dirigió una carta a los líderes del Congreso en la que les explicaba que no creía "en un inicio inminente de las hostilidades", y que, por el contrario, creía que el despliegue de tropas facilitará "una resolución pacífica de la crisis". Se espera que en la operación militar participen unas 100.000 tropas estadounidenses.

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