El barril de petróleo se mantiene entre 28 y 30 dólares mientras aumenta el temor a la inflación

El bloqueo comercial y financiero contra Irak por parte de EE UU, Japón y la CE, junto con el cierre total del oleoducto iraquí que cruza Turquía y parte del que atraviesa Arabia Saudí, provocó ayer una nueva subida de los precios del petróleo. El barril de crudo brent del mar del Norte llegó a alcanzar los 30 dólares en los mercados asiáticos y los 28,3 a media sesión en Londres, mientras el Texas cerró en Nueva York a 28,1 dólares. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha convocado una reunión urgente para mañana en París con el fin de estudiar posibles medidas que mitiguen el impacto del conflicto del Golfo.

El precio del barril de crudo ha aumentado en un 40% desde la invasión iraquí en Kuwait. Los analistas de la industria petrolífera confían en poder aislar el mercado del crudo del impacto depresivo que se deriva de bloquear las importaciones procedentes de Irak y Kuwait. Para ello los países industrializados que dependen fuertemente de las exportaciones de crudo provenientes de Oriente Medio, especialmente Japón (en un 70%), pueden hacer uso de sus reservas estratégicas de petróleo para compensar la escasez de crudo.La Agencia Internacional de la Energía (AIE), con sede en París, ha anunciado que sus 21 países miembros se reunirán mañana para estudiar las posibles medidas para hacer frente a la crisis en caso de que continúe repercutiendo en los precios. En ese caso, la AIE, que se creó a raíz de la crisis del petróleo de 1973, adoptaría un plan de emergencia en el que se decidiría el reparto de las reservas estratégicas con las que cuenta. En la mencionada reunión, que se extenderá al viernes y a la que acudirá un representante del ministerio de Industria y Energía español, se dejará todo preparado para ejercer las medidas si fuera necesario.

Por su parte, Turquía decidió ayer cerrar totalmente la salida comercial del crudo irakí (1,5 millones de barriles diarios) que atraviesa su territorio y que abastece a los mercados occidentales, además de congelar todos los bienes de Irak y de Kuwait.

Por otra parte, los analistas esperan que la economía iraquí, que se encuentra muy expuesta a las presiones externas ya que tiene a sus principales socios comerciales en el mundo occidental, reaccione a las medidas sancionadoras impuestas desde el comienzo de la semana por los países industrializados.

Se especula que el precio del barril de petróleo puede subir por encima de los 30 dólares e incluso aproximarse a los 40 dólares si Estados Unidos interviniera militarmente en el Golfo. Los observadores temen una acción por parte de EE UU si las tropas iraquíes traspasaran la frontera kuwaití hacia Arabia Saudí, el mayor exportador de petróleo del mundo.

Muchas compañías petrolíferas occidentales tenían reservas de crudo en grandes cantidades antes de la invasión de Irak en Kuwait, y ello era debido al exceso de producción de la OPEP durante el primer semestre de este año. La sobreproducción de los miembros de la OPEP fue el detonante de la actual crisis del Golfo. Los principales responsables fueron Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos que violaron sus cuotas de producción en casi un millón de barriles diarios conjuntamente, lo que deprimió los precios hasta 14 dólares el barril durante el mes de junio.

Tipos de interés

Los tipos de interés amenazan con subir por miedo a la inflación. En los mercados financieros, la rentabilidad de los bonos desciende por el potencia¡ repunte en la inflación y por la amenaza depresiva que pesa sobre las perspectivas de crecimiento económico en los países industrializados.

Los gobiernos del mundo empiezan a considerar la gravedad de la crisis del Golfo para dar un giro a su política monetaria. Se teme que otro incremento en los precios añada turbulencia en los mercados y despierte el fantasma de la estanflación (inflación sin crecimiento económico), característica de la crisis a principios de los ochenta.

Por el momento, algunos gobiernos europeos se han decidido a adoptar medidas para controlar la subida en los precios del petróleo. En Francia, el ministro de Economía Pierre Beregovoy, anuncio ayer que el precio de la gasolina en este país será "reglamentado" por el Estado a partir del 9 de agosto.

El objetivo es "proteger al consumidor", víctima de "algunos patinazos" por parte de las compañías petroleras, que empezaron a subir el precio de la gasolina el viernes, pocas horas después de la invasión de Irak en Kuwait. Ésta "es una medida temporal; espero que en un mes, por ejemplo, cuando las cosas hayan vuelto a la normalidad, el precio podrá volver a ser libre", explicó el ministro y jefe de Gobierno interino en una entrevista difundida ayer por Antenne 2.

En la República Federal de Alemania la compañía Esso subió seis céntimos de marco (alrededor de cuatro pesetas) para todos los carburantes, mientras que Aral lo aumentó en unas seis pesetas. Este país es uno de los seis que forman parte del grupo comunitario sobre los que España toma la media para fijar el precio máximo que se revisa cada 15 días y en el que también se contemplan los precios en Rotterdam y Génova.