Una empresa española planea suministrar a Irak una planta de fabricación de de obuses de grueso calibre

La empresa española Forjas Extruidas, SA (Forex), con sede en Vitoria, ha pedido autorización al Gobierno para vender a Irak la maquinaria necesaria para poner en marcha una planta de producción de proyectiles de grueso calibre. Según un portavoz de dicha empresa, las autoridades de Bagdad te remitieron un fax invitándole a que presentara una oferta para este proyecto, y a continuación, la compañía elevó una consulta al Gobierno, que aún no ha tenido respuesta. La planta que pretende Irak a producir obuses de calibre grueso, 210/53 milímetros, destinados a su nuevo cañón Al-Fao.

Los cañones Al-Fao, que fueron presentados por el régimen iraquí en la feria de armamento de Bagdad de mayo de 1989, tienen 60 kilómetros de alcance y están montados sobre vehículos artículados de ruedas fabricados por la empresa española Trebelan S A. Sus obuses, de calibre 210/53 milímetros, podrían transportar cargamento químico, según los expertos.La venta a la empresa estatal iraquí Hutten General Establishment de una partida de 500 vasos de munición de artillería de calibre grueso fue objeto de una fuerte polémica el verano pasado. La junta interministerial encargada de autorizar la exportación tuvo en su manos un informe del Misterio de Defensa según el cual los proyectiles podrían rellenarse con sustancias químicas, ya utilizadas por Irak contra Irán y para reprimir a los kurdos.

Finalmente, el Gobierno concedió la pertinente licencia, con la condición de que los vasos salieran de España cargados con explosivo convencional. Fuentes gubernamentales han expresado ahora, sin embargo, su sospecha de que algunas de las carcasas fueran expedidas hacia Irak sin carga y se rellenaran en destino.

La empresa fabricante de los obuses, la ya citada Trebelan S A, aseguró entonces que el objetivo de la partida era probar un nuevo tipo de proyectil de artillería pesada, de calibre grueso (210 milímetros) y hasta 60 kilómetros de alcance, diseñado por la firma española, que coincide plenamente con la munición utilizada por el cañón Al-Fao. Un portavoz de Trebelan dijo que, si las pruebas tenían éxito, su compañía suministraría a Bagdad una planta para fabricar la nueva munición, por valor de varios miles de millones de pesetas.Los nuevos responsables de Trebelan manifiestan, sin embargo, que, tras la crisis sufrida por la firma en diciembre pasado, que se saldó con la salida de su gerente, el ingeniero Miguel Galdós, la compañía ha abandonado todos sus programas militares, incluida la citada fábrica de obuses para Irak.

Proyecto de Trebelan

Representantes de Forex no descartan que su proyecto de planta de proyectiles sea en realidad el mismo que el pasado año preparaba Trebelan y que dice haber abandonado posteriormente. No obstante dichos representantes sostienen que el encargo les vino di rectamente de Bagdad y que no ha existido ningún contacto con Trebelan, pese a que las dos firmas vascas tenían hasta hace poco como presidente a la mismo persona: Ángel Aranzabal Achaerandio.

Forex, con sede social en Vitoria, como Trebelan, cuenta con una factoría en dicha ciudad y otra en Burgos y se dedica a la fabricación de "una amplia gama de proyectiles, tanto para el Ejército como para la Marina", según el catálogo de industrias españolas de defensa editado por la dirección general de Armamento y Material de dicho ministerio. La empresa tiene también un departamento de ingeniería que suministra proyectos y tecnología llave en mano". Su accionariado ha estado tradicionalmente controlado por el grupo Explosivos Río Tinto (ERT).

Los responsables de Forex declaran no estar interesados en exceso por la fábrica de obuses de Irak, cuyo precio no habría sido fijado todavía, aunque admiten haber consultado al Gobierno como paso previo para entablar las negociaciones. Tras el alto el fuego en la guerra del golfo, a finales de 1988, la junta interministerial levantó el embargo en la venta de armamento a Irán e Irak. Esta situación podría cambiar -ahora, como consecuencia de la invasión de Kuwait por el régimen de Sadam Hussein.

A pesar del boicoteo oficial, Bagdad y Teherán han sido dos de los principales clientes de la industria militar española, hasta el punto de que hoy se admite abiertamente que el final del conflicto entre ambos países es la causa más directa de la actual crisis de las empresas de armamento y munición.