Fuerte recorte parlamentario al presupuesto militar de Bush en EE UU

El Comité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes de EE UU ha decidido reducir en 24.000 millones de dólares (unos 2,4 billones de pesetas) el presupuesto militar para el año fiscal 1991 -que asciende en total a cerca de 307.000 millones- enviado al Congreso por el presidente George Bush. La reducción del comité, que no será debatida por el pleno de la Cámara hasta setiembre, al regreso de las vacaciones parlamentarias, ha sido calificada por un influyente congresista como la reducción más drástica en defensa de la historia norteamericana.Entre los proyectos afectados por el hacha de los legisladores se encuentra la producción de los bombarderos B-2, el famoso avión invisible capaz de penetrar sin ser detectado las defensas enemigas y la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI), conocida popularmente como guerra de las galaxias. El comité ha recomendado al pleno de la Cámara que no se produzcan más B-2 por encima de los 15 actualmente en fabricación. El secretario de Defensa, Dick Cheney, había propuesto en mayo que se redujera la producción del avión, con un coste por unidad de 865 millones de dólares, de los 132 solicitados originalmente por los militares a un máximo de 75. El comité ha reducido en 60 unidades la cifra solicitada por Cheney.

La 'guerra de las galaxias'

En cuanto al programa de la Iniciativa de Defensa Estratégica, los legisladores han reducido en más de 2.000 millones de dólares los 4.900 millones solicitados por el presidente Bush para el desarrollo del conflictivo sistema defensivo espacial, que la anterior Administración, de Ronald Reagan, había convertido en una de las piezas bases de la estrategia militar norteamericana.

Bush, menos dogmático que su predecesor en el tema de la SDI, ha prometido decidir en un plazo de dos años sobre el despliegue de la primera fase del sistema, que teóricamente permitiría destruir en el espacio cualquier arma ofensiva lanzada contra Estados Unidos. Sin embargo, tal despliegue provocaría una crisis en las negociaciones de desarme con la Unión Soviética, que ha amenazado con retirarse de cualquier eventual acuerdo que pueda alcanzarse este año sobre armas estratégicas si el programa pasa de su actual fase de investigación a la de producción. Moscú considera que el despliegue, aún limitado de las defensas espaciales, constituiría una violación del tratado ABM sobre armamento estratégico.

Por su parte, el pleno del Senado se pronunciará a fines de esta semana o primeros de la próxima sobre el presupuesto militar sometido por la Casa Blanca y se espera que su cortes asciendan a 18.000 millones de dólares. Dada las divergencias en. las propuestas de las dos Cámaras, una conferencia conjunta de las dos cámaras propondrá en setiembre un presupuesto alternativo aceptable para la totalidad de los legisladores.