Cinco partidos compiten con el comunista en los primeros comicios libres de Mongolia
Cinco flamantes partidos defensores de la economía de mercado compitieron ayer con el Partido Revolucionario Popular de Mongolia (PRPM, comunista, en el poder desde hace 69 años) en la segunda vuelta de las primeras elecciones libres que se celebran en este país asiático. Los colegios abrieron desde las siete de la mañana hasta las diez de la noche. La jornada se desarrolló sin incidentes, según informó el presidente de la Comisión Electoral Central, Zh. Gurrugchaa, el primer y único cosmonauta de la República de Mongolia.Las primeras estimaciones sobre participación electoral la cifraban en un 92%, cifra idéntica a la registrada en la primera vuelta electoral del domingo pasado. Ese día quedaron elegidos los 801 candidatos que ayer compitieron por los 430 escaños del Gran Hural del Pueblo, o Parlamento, que se reunirá cuatro veces en cinco años para, entre otras cosas, adoptar enmiendas constitucionales.
Pero los mongoles también eligieron ayer a sus representantes provinciales y locales, y en una cuarta papeleta debían señalar sus preferencias por uno de los seis partidos que se presentan para constituir el Pequeño Hural (con 53 escaños), que será la Cámara legislativa permanente y de la que saldrá el nuevo Gobierno.
La elección de esta Cámara por partidos y no por candidatos ha sido un triunfo de los cinco nuevos partidos de oposición frente a los comunistas del PRPM, que ha monopolizado el poder durante casi siete décadas.
Según los resultados de las elecciones preliminares, el PRPM se alzará con la victoria, pues disponía de 632 de los 801 precandidatos al Gran Hural. La oposición, que inició su andadura política hace sólo ocho meses y que se organizó en partidos políticos hace cuatro, es consciente de ello, pero confía en tener una buena representación en los Parlamentos provinciales y en el Pequeño Hural.
La Comisión Electoral Central espera disponer mañana de resultados provisionales, y de definitivos, el próximo 7 de agosto. El proceso electoral ha estado supervisado por observadores de Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Soviética, Polonia y Hungría. Los 1.620 colegios electorales se distribuyeron en centros escolares, bibliotecas y otros edificios públicos, en los que se dispusieron dos controles, a la entrada y a la salida, para la identificación de los votantes, varias cabinas con cortinas y cuatro urnas.
