'Los Picapiedra' de los noventa llegan a España
TVE, a punto de comprar la serie de dibujos animados 'Los Simpson', de gran éxito en EE UU
Son cinco, tienen la piel amarilla, los pelos de punta, los ojos saltones, y plantean con humor y picardía los problemas de cualquier familia norteamericana de clase media. Los Simpson se ha convertido en la serie de dibujos animados preferida de los televidentes de Estados Unidos, y es muy dificil abstraerse de su impacto entre el público norteamericano, porque el rostro de sus protagonistas -Homer, Marge, Bart, Lisa y Maggie- aparece en los lugares más impensables. Dentro de poco los veremos en la programación de Televisión Española.
Televisión Española está a punto, de firmar la compra de 35 episodios de la serie, que podrían comenzar a emitirse en nuestro país antes de fin de año. Ramón Colom, director de TVE, ha declarado a este diario que Los Simpson es "una de las series más innovadoras de la televisión norteamericana, y su emisión en España va a ser un éxito".El contrato entre las dos empresas está a punto de firmarse. De momento, la Fox Broadcasting, propietaria de los derechos de la serie, ha solicitado a TVE que envíe diferentes tipos de voz para elegir el doblaje más adecuado para cada uno de los personajes. El precio que TVE pagará por Los Simpson no se ha dado a conocer.
Feos pero resultones
Los Simpson, los Picapiedra de los noventa, son unos personajes feos y con un tono de voz muy especial, que plantean situaciones cotidianas de una forma muy divertida y aguda.Los Simpson se han convertido en la familia más famosa de EE UU, y los índices de audiencia que han alcanzado son altísimos y han servido para consolidar a la Fox -una empresa del grupo de Rupert Murdoch- como una de las grandes emisoras de televisión del país.
La serie se ha convertido en un fenómeno social que mueve miles de millones de pesetas en productos manufacturados con la imagen de estos personajes. El volumen económico de esta eclosión se refleja en un dato: en los últimos seis meses se han vendido en EE UU más de 24 millones de camisetas con la imagen de estos muñecos.
Una reciente encuesta no preguntaba cuántos norteamericanos tenían camisetas con la imagen de Los Simpson, sino cuántas de estas camisetas tiene cada uno en su armario.
La serie ha sido el centro de numerosos estudios sociológicos que han permitido averiguar que parte del éxito de la misma se debe a que los Simpson están muy lejos de ser perfectos, característica con la que se identifica la mayor parte de los norteamericanos. Se trata, sin duda, de una serie que ha creado polémica en tanto en cuanto innovadora. Hay quien la defiende fanáticamente, y también quien la critica hasta la saciedad. Hay quien intercambia vídeos con los episodios atrasados, y quien cuenta las horas y los minutos para estar de nuevo ante el televisor. Los Simpson han impactado a esta sociedad sobrecargada de estímulos de todo tipo, lo que, para tratarse de una serie de dibujos animados con capítulos de 30 minutos, no está nada mal. El padre de estas criaturas es Matt Groening, un dibujante de historietas alternativas y margínales que en tan sólo dos meses consiguió que sus personajes encandilaran a los televidentes de este país. La serie se ha convertido en la favorita entre los jóvenes y ha sido aceptada como un producto muy interesante entre la población adulta, donde se registran muchos casos de simpsonfanatics. Bart, el hijo mediano de los Simpson, posiblemente sea el personaje más popular.
Mocoso malcriado
En unos pocos meses, Bart se ha convertido en el héroe de los norteamericanos de 10 a 14 años, y su nivel de popularidad es similar al de Michael Jordan, la estrella de la NBA.El nombre de Bart procede de la palabra inglesa brat, que significa mocoso malcriado. Salvando las distancias y los años, el personaje más parecido a Bart Simpson sería Daniel el travieso. El director de Los Simpson es James L. Brooks, ganador de tres oscars -por Terms of endearment- y de nueve Emmy -por Taxi y The Mary Tyler Moore show. Fue Brooks quien sugirió a Groening la idea de crear un dibujo animado fresco e innovador. Sam Simon, un ágil escritor de guiones y autor de los diálogos de la serie, se encargó del resto.
La serie, cuya imagen es sencilla e incluso infantiloide, tiene una puesta en escena tremendamente complicada en la que se mezclan miles y miles de dibujos. Más de 50 dibujantes trabajan en este proyecto, cuyo toque final, el ensamblaje, se realiza en Corea del Sur, donde el precio de los operarios es más bajo que en Hollywood o en Nueva York.
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