Dioni: "Quiero resolver mi metedura de pata"
Dionisio Rodríguez Martín, Dioni, presunto autor del robo de los 320 millones de pesetas del furgón blindado que conducía el 28 de julio de 1989, llegó a Madrid dos días antes de que se cumpla un año del golpe. Escoltado por dos inspectores de la Interpol, llegó en el vuelo procedente de Río de Janeiro para, según declaró a Efe, "cumplir con mi obligación, arreglar el delito que cometí y resolver esta pequeña metedura de pata que hice a mis 40 años".
El hombre a quien la salsa de Sabina hacía en la prisión de Carabanchel, ingresó en los calabozos de la plaza de Castilla después de pasar 10 meses en una cárcel de Brasil, hasta que ha sido entregado a las autoridades españolas. El Juzgado número 12, que instruye su caso, le tomará declaración hoy, y posteriormente el juez decidirá en qué prisión ingresa como preventivo.Dioni llegó con un aspecto muy distinto al que tenía cuando se fue de España. Llevaba barba y una gorra de lona roja en la que se leía "Río", bajo la que se ocultaban los 2.000 pelos que se implantó en Brasil para superar su calvicie. El resto de su indumentaria: camiseta a rayas blancas, gafas de sol y unos pequeños auriculares para oír música confirmaban el buen estado de ánimo que mantuvo durante todo el vuelo, según algunos pasajeros que viajaron con él.Frente y perfil
A las cuatro y cuarto de la tarde, minutos después de que su avión aterrizara, el presunto autor del robo del furgón que él mismo custodiaba, fue enviado a la Inspección Central de Guardia de la Puerta del Sol. Allí le hicieron la ficha policial, con la correspondiente foto de frente y de perfil, por primera vez, ya que carece de antecedentes penales. Posteriormente fue conducido a los juzgados de la plaza de Castilla, donde llegó minutos antes de las siete de la tarde, levantando un enorme revuelo tanto entre el personal de los juzgados de guardia como los agentes de la seguridad privada y del Estado, y las personas que hacían cola para presentar denuncia en la oficina móvil de la policía.
Su padre, su madre, su hija y su abogado fueron a recibirle al aeropuerto, adonde llegó en el vuelo 990 de Iberia. La madre y la hermana de Dionisio, separado de su mujer, siempre le han defendido diciendo que era "un buen chico que no haría mal a nadie".
Nada más llegar a Barajas, Dioni dijo a Efe que "encontrarme con mi familia es lo más maravilloso que me ha ocurrido en la vida, después de todo lo que hepasado en Río de Janeiro. Ahora", agregó, "quiero cumplir con la justicia y que se resuelva todo cuanto antes". "Jamás volvería ni a pensar en volver a hacer lo que hice", afirmó Dioni; "conociendo lo malo se aprecia lo bueno, y después de haber estado 10 meses en una prisión de Brasil, puedo decir que España es un país maravilloso".
Este cuarentón de 1,83 metros de estatura ha cambiado su nariz, sus pómulos, los párpados, se ha quitado la grasa de la tripa se ha hecho un injerto de cabello y a punto estuvo de someterse a una operación para corregir su estravismo si no le hubieran detenido.La filosofía del presunto ladrón ha cambiado ostensiblemente, al igual que su cuerpo, al que ha sometido a cinco operaciones de cirugía estética. Dos meses después de su huida declaró que volvería hacerlo todo de nuevo, pero sin equivocaciones.
Dionisio Rodríguez Martín fue detenido por la policía de Río gracias a que el cirujano estético al que acudió denunció sus intenciones de cambiar totalmente su aspecto. En su apartamento se encontró un pasaporte a nombre de Carlos Patricio Martínez Valenzuela y una carpeta con recortes referentes al robo de los 320 millones de pesetas.
Antes de huir con un pasaporte falso, Dioni, que ingresó en 1980 en la empresa Candi, trabajó como guardaespaldas de Antonio Vicente Mosquete, director general de la ONCE, quien murió al caer por el hueco de un ascensor en 1987, y como escolta de un directivo del Banco Central.
El abogado de Dioni, que le esperaba en el aeropuerto, aseguró que "Dioni no se ha opuesto a la extradición, quiere rendir cuentas a la justicia española". "No está aquí obligadamente", afirma el abogado, "y esto es muy importante desde el punto de vista personal, viene con una gran carga de sufrimiento".
En su huida dejó en el furgón 20 millones, correspondientes a una nómina, "para respetar a los trabajadores", según sus declaraciones. De los 300 millones que desaparecieron, la policía recuperó unos 200 ocultos en la cocina de uno de sus amigos.
Joaquín Sabina, autor de la canción Con un par, dedicada a su figura, declaró hace unos días que Dioni, al escuhar su canción, dijo: "Está muy bien, pero ¿qué me llevo yo de esto?".
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