Jornada de reflexión
In memóriam Jaco Pastorius Wayne Shorter, con Larry Coryell y Joe Zawlnul Syndicate. Velódromo de Anoeta, 24 de julio.Parece que no hay lugar para el término medio. De un día para otro se pasa, sin anestesia, del rock simple y directo de Chuck Berry a música intrincada y compleja como la que ofrecieron el saxofonista Wayne Shorter y el teclista Joe Zawinul, reunidos bajo el título genérico de In memóriam Jaco Pastorius.
Se vio a Shorter distante y desganado. El guitarrista Larry Coryell, que le acompañó como invitado especial, hizo sus habituales correrías mástil arriba, mástil abajo, sin conseguir tampoco fijar la atención del público.
Adentrarse en los sonidos de Joe Zawinul y sentirse en una mezcla de casa magnética y túnel de los horrores es todo uno. Es música oscura, mareante. Zawinul parecía'tener en mente al conde Drácula más que a su amigo desaparecido. Tocó música incidente que se hubiera ajustado como un guante a las escenas más intimidatorias de Nosferatu.
Hasta aquí fue duro, pero lo peor estaba por llegar, porque el bajista Gerald Veasley provocó el sonrojo cuando cantó al estilo Stevie Wonder y Zawinul, tan atento, le hizo la parte de armónica desde el teclado.