Jaque a un cadáver
Un famoso ajedrecista colabora con Scotland Yard en un caso de asesinato
Raymond Keene, un caballero británico frío y circunspecto, no pudo evitar un gesto de asombro cuando el superintendente Roy Fletcher de Scotland Yard le llamó para pedir su colaboración, como experto en ajedrez, en la investigación de un asesinato. Las únicas pistas para encontrar el cadáver eran unos extraños dibujos realizados por el presunto autor del crimen. Hoy la policía cree estar muy cerca de la solución gracias al gran maestro ajedrecista, especialista de The Times y de The Spectator y condecorado con la Orden del Imperio Británico por su labor de promoción del juego-ciencia.
"Es la petición más rocambolesca que he recibido en mi vida", dice Keene, de 42 años. La policía había detenido a un experto en computadoras de Seaford (East Sussex) bajo la sospecha de haber robado 27.000 libras esterlinas (casi cinco millones de pesetas) ahorradas por su novia, y de haber asesinado a ésta después en algún lugar de Irlanda, durante el pasado mes de enero.El acusado se negó a facilitar detalles, pero la policía encontró una posible pista entre sus pertenencias; parecía tratarse de un diagrama de ajedrez acompañado de jugadas escritas. Al menos, eso pensó el superintendente Fletcher, que llamó a Keene. Tras la sorpresa, éste se mostró optimista; creyó que se trataba del dibujo de un tablero con la posición de las piezas, acompañado del desarrollo de la partida, como el que se publica diariamente en muchos periódicos, entre ellos EL PAÍS. Sobre esa base, supuso que las jugadas tendrían una conexión simbólica con los hechos.
Área de la partida
Pero su asombro fue aún mayor al recibir el fax de Fletcher. "Aquello tenía tan poco sentido para mí, que podía estar escrito en babilonio cuneiforme", recuerda Keene. La primera página, titulada "área de la partida", contenía tres garabatos que más bien parecían mapas. En la segunda, bajo el epígrafe "desarrollo de la partida", se veían unas letras y números que tal vez tuvieran algo que ver con el ajedrez, pero, desde luego, no eran jugadas correctamente escritas.
Había muchas referencias a las iniciales del rey, la dama y un peón negros; también se citaba al rey y a peones blancos, pero la supuesta partida era muy extraña, porque sólo las piezas negras jugaban, mientras las blancas permanecían inmóviles. Keene dedujo las siguientes equivalencias: rey negro-sospechoso; dama negra-víctima; peón negro-hermano del sospechoso (según la policía, éste viajó a Irlanda en companía de la pareja); rey blanco-jefe de policía y peones blancos-policías. Aunque las blancas hacen siempre el primer movimiento, el sospechoso eligió las negras seguramente por motivos psicológicos, al sentirse obligado a defenderse de la policía.
Keene se fijó entonces en la primera jugada escrita; al lado de la indicación "sábado 13", se leía: "BK17VI". Tras pensarlo un poco, estuvo a punto de abandonar la investigación, porque lo único que veía claro eran las iniciales de Black King (rey negro). Pero se acordó de una historia de Sherlock Holmes, titulada El bailarín, en la que el detective descifra un rebuscado código con pasos de baile. Y también de Alicia a través del espejo, de Lewis Carroll, cuya trama está muy conectada con el ajedrez.
Se sintió mejor, y pronto descubrió dos detalles esenciales. Lo que parecía ser un siete se repetía muchas veces, y era en realidad un signo equivalente a un guión. Y en los garabatos que parecían mapas había puntos designados con números romanos Por tanto, "BK17VI" quería decir "rey negro va de 1 a 6", lo que tiene cierto sentido ajedrecístico.
Tarjeta Visa
A partir del relato de la policía, y añadiendo mucha imaginación Keene dedujo que dos de los mapas eran esquemas de Gran Bretaña e Irlanda, que el tercero representaba a Irlanda del Sur con el Oeste puesto donde debería estar el Norte, y que los puntos señalados eran: I-Seaford, II- Londres, III-Preston, IV-Dublín, V-Cork (Irlanda) y VI-Limerick (Irlanda). También pudo establecer que, cuando aparecía una V fuera del contexto de los números romanos, se refería a la tarjeta Visa que el sospechoso utilizó seis meses durante el proceso del asesinato, y que la C hacía alusión al coche (car) alquilado por la pareja. Pero aún quedaba algo importante. ¿Por qué había dos IV y dos V en el mapa? Tras estudiarlo atentamente, Keene descubrió que la raya trazada no sólo indicaba un viaje desde Londres a Limerick, sino también la línea que divide las dos mitades de un tablero de ajedrez como si fueran espejos.
En el sistema algebraico de anotación de jugadas, utilizado hoy universalmente, cada casilla sólo tiene un nombre; por ejemplo, d4, c5, e6, como en el popular juego de los barquitos. Pero en el antiguo, abandonado por El País en 1987, la casilla d4 podía ser 4D ó 5D, según la perspectiva de las blancas o de las negras El sospechoso había utilizado un sistema basado en el antiguo.
Ahora, Keene ya tenía todos los datos para ordenar los hechos. La primera jugada, el rey negro va de Seaford a Limerick el día 13, fue preparatoria de la partida propiamente dicha. El 18 de enero, el sospechoso fue de Seaford a Londres; su hermano, de Londres a Dublín, y la víctima, de Preston a Londres. El 19, el sospechoso y la víctima fueron de Londres a Dublín. El 20, los novios utilizaron la tarjeta Visa para sacar dinero y para alquilar un coche. El 21, la víctima sufrió "graves daños" (GH=Grievous Harm) causados por el sospechoso, que volvió a utilizar la Visa. El 22, la tarjeta es utilizada por quinta vez, y el sospechoso viaja con la víctima, presumiblemente muerta, hasta la zona de Limerick. El 23, regreso a Dublín, donde se utiliza la Visa por última vez y se devuelve el coche. El sospechoso vuelve a Londres.
La policía sólo es citada al pie de la hoja, en una línea que Keene interpreta así: "el rey y los peones blancos investigan dando tumbos entre Dublín y Limerick". Ahora, la policía ha centrado sus investigaciones en un área de 10 kilómetros a la redonda cerca de Limerick.
Aun así, Raymond Keene cree que será difícil encontrar el cadáver, porque "la zona es similar al monte de El Pardo, en Madrid". Sin embargo, el gran maestro ajedrecista británico está satisfecho después de tres días sin dormir: "He ayudado a la policía de mi país, y espero haber contribuido, de esta peculiar manera, a la promoción del ajedrez".
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