Nueve cubanos más consiguen penetrar en la Embajada Española en La Habana
Nueve hombres consiguieron introducirse en la madrugada de ayer en la Embajada de España en La Habana, con lo que el número de cubanos que han buscado refugio en esta sede diplomática asciende ya a 18. El embajador español en Cuba, Antonio Serrano de Haro, ha pedido explicaciones al Ministerio de Asuntos Exteriores cubano sobre las circunstancias en que las nueve personas, todas ellas entre 25 y 40 años, pudieron acceder al interior de la misión diplomática, pese a la estrecha vigilancia exterior de la policía cubana. De todas formas, en Madrid se informó que nuevos geos serán enviados a la isla caribeña para proteger nuestra legación diplomática.Cuatro de las personas que penetraron en el recinto diplomático español lo hicieron por una terraza desde un edificio colindante con la embajada a las dos de la madrugada, hora local (diez de la mañana en España). Las otras cinco treparon por la fachada y entraron en las dependencias españolas tras forzar el balcón del despacho del primer secretario, Fidel Sendagorta.
Los nueve cubanos que han pedido refugio fueron registrados por los policías españoles del Grupo Especial de Operaciones (GEO) destacados en la capital cubana, ante la posibilidad de que portasen armas. Fuentes diplomáticas españolas señalaron la existencia de "contradicciones" en las primeras declaraciones de los nuevos refugiados y dijeron no descartar ninguna posibilidad sobre sus intenciones reales.
En Madrid, el director de la Oficina de Información Diplomática (OID), Juan Leña, anunció el envío de nuevos geos a Cuba para reforzar la vigilancia de la embajada. Leña advirtió que el Gobierno español continuará dispensando acogida a quienes pidan refugio.
Las autoridades de Cuba han reforzado la dotación policial en torno a las embajadas de Canadá y de la República Federal de Alemania (RFA), donde no ha penetrado ningún ciudadano cubano, para evitar que se produzcan nuevas peticiones de refugio como las registradas en las legaciones de España e Italia. Horas después de la entrada de los últimos refugiados en la Embajada española, decenas de policías cubanos procedieron a levantar un cordón de seguridad en torno a la legación española de un radio de más de 100 metros en torno al edificio de la Embajada, por donde se prohibió el paso de peatones y vehículos, salvo los autobuses públicos.
El edificio diplomático español se está convirtiendo en un auténtico bunker; así, obreros, bajo la mirada de los policías, procedían ayer a levantar una alambrado de espino de tres metros por encima de los muros. La crisis cubano-española ha sorprendido a la colonia hispana en Cuba y a medios diplomáticos. Para los primeros, la firmeza del Gobierno español no tuvo en cuenta sus intereses. Los segundos están extrañados por el repentino endurecimiento hispano.
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