El Ayuntamiento reparte folletos entre los turistas para alejarlos de los 'trileros'

Los guías municipales repartidos por el centro de la ciudad entregarán a partir del lunes a los turistas nacionales y extranjeros unos folletos explicativos sobre el peligro que supone participar o presenciar una partida de trile. Un tríptico con recomendaciones en español, francés, inglés y alemán informa de que "el trile es un juego de azar que tiene como fin el lucro a través del engaño".En el folleto, del que se han editado 15.000 ejemplares, se informa a los turistas de la participación directa o indirecta de uno o más ganchos en torno a la mesa donde el trilero mueve hábilmente tres cubiletes o tres cartas con el fin de que el jugador, tras apostar, intente acertar dónde está la bola o la carta elegida.

Estos ganchos, según indica el folleto, "suelen ser delincuentes comunes que aprovechan el pequeño tumulto para sustraer la cartera a los que se acercan a mirar". "Lo mejor para usted es pasar de largo y olvidar la curiosidad", aconseja el Ayuntamiento.

El área de Seguridad inicia así una campaña preventiva que será continuada con la colocación de pegatinas en los cajeros automáticos sobre las precauciones a la hora de sacar dinero.

Zonas de actuación

Las calles de mayor actuación de estos magos del delito son Gran Vía, Arenal, Mayor, Preciados y Alcalá, zonas de visita para quienes descubren Madrid con la cámara de fotos al cuello. El folleto advierte: "En el trile siempre es usted el que pierde".Dos son los sistemas fundamentales del engaño en el trile. Uno consiste en mover con habilidad tres cartas. Si el primo (el jugador que se cree con posibilidades de ganar) acierta la carta correcta, los ganchos le ániman para que apueste más y le despistan para que el trilero cambie la carta de lugar en un visto y no visto. En el otro sistema, el delincuente utiliza tres tapones con el interior encerado, de forma que si la víctima acierta, basta una simple presión para que la bola contenida en el interior quede pegada al tapón y no aparezca cuando el trilero lo levanta.