EE. UU y Cuba

Irina Zorina, en El invierno del patriarca, o el fin de una utopía socialista tropical (28 de junio de 1990), basándose en el "acercamiento norteamericano-soviético y el clima general internacional de distensión", niega el peligro de una invasión del Norte en Cuba. Acusan al régimen cubano de usar esta amenaza como chivo expiatorio para sus errores y para mantener a la población en una psicosis de guerra, condición que conduce a su apoyo al Gobierno. Además acusa a Cuba de haber desestabilizado Centroamérica. Vemos otra realidad.Desde hace siete meses, en plena época de distensión, sin una declaración de guerra, tropas norteamericanas invadieron Panamá, matando a indefensas personas y destruyendo zonas habitacionales con bombas. Lograda la extradición del general Noriega -supuesta meta de la invasión- algunos de los invasores quedaron en el país.

Durante los últimos 10 años (1980-1990), el Gobierno de EE UU ha financiado y asesorado a los militares salvadoreños y guatemaltecos, los mismos que han sido responsables por la tortura, desaparición y muerte de miles de civiles en sus respectivos países. Cientos de miles de ciudadanos de ambos países se encuentran refugiados en el exterior o desplazados en su propio país.

Refiriéndose a Nicaragua, ya nadie puede negar los efectos devastadores de las acciones de la CIA y la Contra -formada y pagada por el Gobierno norteamericano-, aunque todos han olvidado la desestabilización que esto ha causado a Honduras.

También, en plenos momentos de distensión, TV Martí se aúna a Radio Martí como un instrumento desestabilizador en Cuba, EE UU sigue apoyando el boicoteo impuesto a Cuba desde hace casi 30 años, y en esta semana, Bush condiciona su apoyo a la Unión Soviética a, entre otras cosas, ¡la suspensión de su ayuda a Cuba y al apoyo a la independencia de Lituania! Tal vez la distensión rige en Europa, pero en América parece que la doctrina Monroe aún sigue en pie-