Los guías recibían órdenes para burlar a la policía

Los guías de la secta Niños de Dios, desarticulada hace una semana en Barcelona, recibían órdenes de sus superioes, recogidas en libros impresos en Brasil, en las que se les indica como burlar a la policía. La documentación aconseja a los guías proteger las direcciones de las casas de la organización y evitar ser descubiertos a través de intervenciones telefónicas, sin descuidar un minucioso plan de huida en caso de una batida. Las directrices, facilitadas por un ex adepto de Madrid que abandonó hace unos meses la secta, piden a los guías que vivan alejados del centro de la organización para no ser vistos ni por sus adeptos.

La filosofía de las instrucciones se resume en una palabra: selah, que significa "secreto confidencial- dentro del amplio lenguaje interno de esta organización. El conjunto de las normas, bajo el título de Medidas de seguridad para cuando hay, persecución, destacan que lo primero que se debe proteger es la Obra y la Familia.La obligación de los guías es ocultar ante todo las direcciones de los hogares, término con el que se refieren a las viviendas de la secta, guardándolas en cajas fuertes. También pueden recurrir a las entidades bancarias, pese a que "esos sitios no son del todo seguros si nos llevan a los tribunales", afirma el documento, que prosigue: "Se debe evitar que las batidas de la policía comporten que los papeles caigan en malas manos".

Los jerarcas recomiendan que, en caso de peligro por una inminente intervención policial, lo mejor es destruir cualquier documento: ficheros, nombres, listas de direcciones y relaciones de cuentas. En este supuesto, las instrucciones aconsejan que los guías memoricen los números de teléfono, nombres y direcciones más vitales: "si no puedes aprendértelos, apunta el número de teléfono, pero sin el prefijo ni el nombre de la ciudad. Así les será imposible saber quién es esa persona y donde está".

Las directrices sobre cómo burlar a la policía están contenidas en una documentación facilitada anónimamente a los investigadores por un ex adepto de Madrid que abandonó hace meses la organización, según fuentes judiciales. La policía autonómica catalana detuvo hace una semana a 10 supuestos sectarios, acusados de asociación ilícita, proselitismo en las escuelas y sustracción de menores. Veintidós niños que vivían con ellos permanecerán bajo la custodia de la Generalitat hasta que concluyan las indagaciones.

Plan de huida

La segunda de las premisas del plan de seguridad es proteger a los líderes. "A ser posible", dicen las instrucciones, "éstos deberán vivir solos, aislados y en secreto, para que nadie los pueda relacionar con la Familia".

En el caso de que corran peligro, deben activar su plan de huida escapando con la mayor documentación posible y "los talonarios de cheques, el dinero en efectivo y el oro", advierte el texto. La maleta siempre tiene que estar preparada; también la ruta elegida y el refugio escogido, hasta que la situación se normalice. Deben permanecer ocultos hasta que el peligro desaparezca o vean que deben abandonar el país. "Nosotros", afirman los jerarcas, "si estamos clandestinamente en un país extranjero, nos hacemos pasar por turistas durante unos tres meses. Nunca damos nombres y evitamos levantar sospechas, y así pasamos por sistemáticos", término éste que reciben las personas ajenas a la secta. Deben huir disfrazados para evitar su identificación, incluso por algún miembro de Niños de Dios.

Otra de las recomendaciones se centra en la correspondencia. Jamás reciben cartas en el domicilio. Deben utilizar un apartado de correos y recurrir a las cabinas telefónicas para comunicarse. Las llamadas deben ser breves, afirman las instrucciones, y es preciso hablar en clave.