Defensa ofrecerá a los coroneles cobrar más si pasan voluntariamente a la reserva que si siguen en activo

El Ministerio de Defensa ofrecerá a los coroneles la posibilidad de cobrar más si piden el pase voluntario a la reserva que si continúan en activo, según fuentes próximas al citado departamento. Con esta fórmula, Defensa pretende reducir el número de coroneles, que actualmente es superior en casi un 50% a lo previsto por las leyes de plantillas de los tres ejércitos para el 1 de enero de 1991. Hasta ahora, el ministerio no ha tenido éxito en los métodos utilizados para reducir el importante excedente de coroneles.

El nuevo decreto sobre retribuciones militares, que Defensa se propone aprobar antes de fin de año, incluirá una claúsula en virtud de la cual los coroneles que voluntariamente adelanten su pase a la reserva percibirán las mismas retribuciones que si continuaran en activo hasta la edad en que les hubiera correspondido reglamentariamente el pase a dicha situación.Por el contrario, muchos de los coroneles que no se acojan a esta fórmula podrían ver drásticamente reducidos sus ingresos, ya que el mismo decreto dispone que los militares que se encuentren en situación de disponible forzoso perderán el complemento específico por empleo cuando transcurran seis meses sin obtener destino.

Dado el exceso de coroneles, son muchos -fuentes militares lo cifran en un 30%- los que no tienen destino y, en virtud de la aplicación de dicho mecanismo, podrían perder las más de 70.000 pesetas mensuales que supone el complemento específico para dicho empleo.

A pesar de que el Ministerio de Defensa no estableció límite numérico para los coroneles que pidieran el pase a la reserva transitoria, al contrario de lo que sucede en los restantes empleos, muy pocos de ellos se han acogido a dicho sistema desde que se empezó a aplicar, en 1985. Fuentes de Defensa explican el escaso éxito de la reserva transitoria entre los coroneles en base a que esta fórmula, si bien permite conservar la totalidad de las retribuciones, supone a medio plazo la desvinculación total del Ejército y ello representa un serio obstáculo para militares de avanzada edad, como es el caso de los coroneles, que difícilmente pueden rehacer su vida profesional en el ámbito civil.

Decretos de plantillas

Aunque el Ministerio de Defensa ha cumplido globalmente los objetivos previstos para el 1 de enero de 1991 por las leyes de plantillas de los tres ejércitos, el caso de los coroneles constituye una notable excepción. Las Fuerzas Armadas tenían en enero pasado 1.627 coroneles y capitanes de navío, 539 (casi el 50%) más de los previstos para el año próximo.

El problema se concentra en el Ejército de Tierra, al que (con 1.119) le sobran prácticamente la mitad (519) de los coroneles que tiene en la actualidad, si quiere llegar a fin de año con los 600 que figuran en la ley. A la Armada sólo le sobran 34 coroneles y capitanes de navío, algo más del 12%, mientras que al Ejército del Aire incluso le faltan 14.

El Ministerio de Defensa resta, sin embargo, importancia a los desfases entre los efectivos actuales de las Fuerzas Armadas y las previsiones legales, con el argumento de que la nueva ley del Personal Militar, en vigor desde el pasado 1 de enero, obligará a aprobar unas nuevas leyes de plantillas, en sustitución de las vigentes.

De hecho, antes de que se cumpla el plazo que se dio el departamento de Defensa para ajustar los efectivos realmente existentes a los legales, el 1 de enero de 1991, el Gobierno aprobará por decreto las nuevas plantillas.

Dichos decretos no harán otra cosa que consagrar la actual situación y distribuir los efectivos en función de los nuevos empleos, cuerpos, escalas y especialidades; aplazado para más adelante cualquier reducción.

El exceso de coroneles no es un problema crónico del Ejército español, que hasta 1980 tenía un número similar al previsto para 1991.

Es en el quinquenio 1980-85 cuando se dobla el número de coroneles (de 1.104 a 2.006) y se crea el embolsamiento actual.

El origen de esta situación se encuentra, sin embargo, en los masivos ingresos en las academias de las primeras décadas del franquismo y en un sistema que garantizaba prácticamente el ascenso automático hasta el empleo de coronel a la mayoría de los oficiales.

Afiliación a partidos

Por otra parte, el Ministerio de Defensa tiene ya ultimado el reglamento sobre adquisición y pérdida de la condición de militar y situaciones administrativas, según la Revista Española de Defensa, órgano oficial del departamento. Entre otras novedades, el nuevo reglamento determina que los militares que se afilien a partidos políticos no serán dados automáticamente de baja en el Ejército, sino que pasarán a situación de excedencia voluntaria, si son proclamados como candidatos.