Un paréntesis de silencio
El ministro de Economía, Carlos Solchaga, está decidido a seguir manteniendo, y defendiendo públicamente, su opinión de que es necesaria una "apertura" de la ejecutiva federal del PSOE, e incluso a esforzarse en demostrar que no lo hace por interés personal quizá para obligar también a sus rivales a mostrar el mismo desapego a sus cargos en la dirección del partido. Pero después de haber dejado bien clara su actitud en la reciente reunión del comité federal, ha optado por abrir un paréntesis de silencio hasta después del verano. Una táctica con la que intenta evitar el desgaste y la crítica, que depara el permanecer mucho tiempo en primera línea de la batalla política.Solchaga rehuyó ayer abundar en explicaciones sobre los cambios que considera necesarios tanto en la dirección como en el funcionamiento interno del PSOE. "A la vuelta del verano", anunció, "será la ocasión para explicar por qué algunos somos partidarios de una mayor apertura en la ejecutiva, y por qué", agregó en tono incisivo, "no nos mueven más intereses personales que a los que estando en la ejecutiva son partidarios de lo contrario".
Según colaboradores próximos a Solchaga, es muy probable que éste informase a Felipe González de sus puntos de vista sobre la conveniencia de que el próximo congreso del PSOE elija una ejecutiva federal más pluralista, antes de exponer públicamente esta opinión el pasado Fin de semana.
