Un velódromo que fue coinstruido hace cinco años será derribado

El Ayuntamiento de Torrejón de Ardoz, de mayoría socialista, ha asumido después de ocho años y varios intentos fallidos la construcción de una pista-escuela de ciclismo (velódromo) con un coste de 151 millones de pesetas . El proyecto, comenzado en 1982 por la Federación Española de Ciclismo, organismo al que se cedió suelo municipal, pasó a manos del Consejo Superior de Deportes tres años más tarde. Después de prácticamente acabar su construcción en 1986, el Ayuntamiento y los clubes ciclistas locales consideraron que "no servía para nada".

El Consejo Superior de Deportes adjudicó en marzo de 1985 la construcción del velódromo por un importe de 42 millones de pe setas. Tomás Alberdi, actual di rector general de Infraestructuras Deportivas, considera la obra "desafortunada", y tras aclarar que todas las personas que hoy pertenecen al departamento son distintas de las de entonces, asegura que a raíz de la elaboración del plan de velódromos se intentaron hacer más pistas de las presupuestadas."Las obras se contrataron deficientemente y salieron deficientemente", afirma Alberdi, que no se muestra partidario de subvencionar la construcción de velódromos porque "se usan muy poco como el de San Sebastián de los Reyes, utilizado para patinar, o el de Burgos, casi abandonado. No obstante, en el caso de Torrejón se mantendrá el compromiso y se le concederá una subvención de 25 millones.

El Ayuntamiento de Torrejón, empeñado en "terminar lo que se comienza", en palabras de su alcalde, José Pina, rechazó las instalaciones "inservibles para la práctica del ciclismo", por no cumplir las normas técnicas necesarias. Las obras quedaron paralizadas, y poco después fueron asaltadas y destrozadas por unos desconocidos.

Las posteriores negociaciones entre el Ayuntamiento y el Consejo Superior de Deportes llevaron a las autoridades municipales a rechazar un nuevo proyecto presentado por el organismo deportivo y decidieron acometer las obras directamente.

Presupuesto cuadruplicado

En la actualidad, el presupuesto se ha cuadruplicado, y las obras ejecutadas en 1986 deberán demolerse para construirse nuevamente en un plazo de 11 meses. Esta insistencia del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Torrejón para terminar el velódromo se justifica, según José Pina, por la gran afición que existe en el municipio por este deporte, el elevado número de participantes y el compromiso adquirido ante los clubes ciclistas locales para concluir la obra.

Para Santos Elvira, secretario del Club Ciclista Torrejón, el más antiguo y nutrido en número de licencias, resulta extraño, después de tantos años, el que se concluya el velódromo. Recuerda que "en el otro" las bicicletas votaban en las juntas de los paneles utilizados para hacer la pista de rodadura y los ciclistas se caían.

Una vez adjudicadas las obras y en el plazo de un año, Torrejón contará (si no aparecen nuevos inconvenientes) con un velódromo de modernas características, con un coste inicial de 151 millones de pesetas, financiadas por el Ayuntamiento, que recibirá una subvención de 25 millones del Consejo Superior de Deportes, y otra de la Comunidad de Madrid, compartida con la piscina de olas. Estas dos instalaciones están ubicadas en el controvertido barrio de Las Fronteras.

José Pina afirma que en estos años transcurridos han pasado momentos de indignación, enfado y desesperación viendo que las obras no cristalizaban, pero finalmente "merece la pena terminarlo". No se muestra tan convencido Alberdi, que cree poco conveniente hacer tantas instalaciones de este tipo, y lo que le gustaría es "que se utilizaran para lo que fueron construidas".