Rubenach aclara que disparó a su compañera en la cabeza
El etarra Germán Rubenach ratificó ayer, en su segunda declaración ante la juez desde su detención el pasado 25 de junio, que fue él mismo quien disparó, dos veces y a la cabeza, contra su compañera de comando Susana Arregui para evitar posibles torturas en caso de detención. Así lo aseguró tras el interrogatorio el abogado de Herri Batasuna José Miguel Gorostiza, defensor de Rubenach. Las declaraciones las presta el etarra ante la juez de Aoiz, María Jesús Erroba, que investiga la muerte de un sargento de la Guardia Civil y dos etarras el 25 de junio en la Foz de Lumbier (Navarra), donde Rubencab resultó herido grave.
Al finalizar la declaración del etarra, Gorostiza y Adolfo Araiz (letrado también de HB) manifestaron estar "sorprendidos" por la ratificación de Rubenach, quien en un anterior interrogatorio había dicho que había disparado contra Susana Arregui al pecho.A preguntas de la juez sobre los motivos de los disparos, el etarra respondió que decidieron hacerlo "porque ya se sabe en Euskal Herria lo que les pasa a quienes detiene la Guardia Civil". Rubenach afirmó haber dicho a Susana en su escondite junto al agua: "De aquí no salimos".
Según las declaraciones de Rubenach, tras el inicial tiroteo con la Guardia Civil, Susana Arregui y él salieron corriendo y perdieron de vista a Juan María Lizarralde, Heavy, -el jefe del comando muerto en el mismo lugar-, al que Rubenach dijo ayer que ya no volvieron a ver en ningún momento.
Rubenach afirmó que al llegar en su huida junto al túnel de salida hacia la localidad de Lumbier se encontraron con cuatro vehículos Nissan de la Guardia Civil y que, tras intercambiar unos disparoscon sus ocupantes, retrocedieron refugiándose junto al río. Según dijo, al verse sin salida, decidieron suicidarse, aunque Rubenach negó que su actitud obedeciera a una consigna de ETA. Señaló también ciue los disparos efectuados sobre Susana lo fueron con la pistola arrebatada al "pikolo" (guardia civil) José Luis Hervás al que habían previamente asesinado durante el tiroteo inicial.
El etarra dijo que el comando se trasladó a la Foz en un Renault 12 de su padre y dijo no recordar nada sobre el origen de sus propias heridas. A preguntas de la juez reiteró una vez más que el industrial Adolfo Villoslada permaneció secuestrado en un habitáculo situado en la Foz de Lumbier.
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Lizarralde pudo morir ahogado pese a pegarse un tiro, según expertos en medicina legal
Viene de la página 17Con respecto al informe toxicológico del que se deduce que Lizarralde pudo morir ahogado, forenses consultados aseguran que cabe la posibilidad de que ingiriera, después de pegarse un tiro en la cabeza, suficiente agua como para que la autopsia Incluya la citada hipótesis. Así lo afirma, entre otros, José María Marrínez Peñuela, médico patólogo de la Universidad de Navarra.
Según sus abogados, Rubenach se mantiene en un estado de desorientación en el tiempo y en el espacio ya que ayer declaró que creía haber sido detenido de noche en la localidad de Burlada, próxima a Pamplona, "o durante las fiestas de Villava", otra localidad colindante con Burlada. También manifestó a la juez que era el primer interrogatorio al que se le sometía, cuando realmente era el segundo.
En declaración de ayer, Rubenach incurrió en contradicciones con respecto a los anteriores interrogatorios. Así, ayer afirmó que disparó a Susana Arregui a la, cabeza -en otra declaración anterior dijo que le disparó al pecho- y que ni la joven ni él vieron a Lizarralde (jefe del comando) después del primer tiroteo -con la Guardia Civil -en otro interrogatorio dijo que Heavy se suicidó.
Encontrada la ropa
Por otro lado, miembros de la Guardia Civil localizaron a mediodía de ayer en un escondite de la Foz de Lumbier ropa y otros efectos de los etarras, que se encontraban en traje de baño y camiseta cuando fueron sorprendidos por la Guardia Civil el pasado 25 de junio. La Guardia Civil, según fuentes de la institución, tiene previsto personarse como acusación particular en el sumarío abierto por la juez de Aoiz.
Adolfo Araiz y Txemi Gorostiza presentaron ayer una denuncia contra la Guardia Civil al considerar que se está vulnerando el auto de prisión condicional comunicada dictado por la juez de Pamplona Beatriz Goded. Los abogados indicaron que no pueden comunicar con él directamente sin que estén presentes guardias civiles que incluso, indicaron, graban las declaraciones judiciales.
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