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Siete millones de ciudadanos trabajan en la elaboración de un censo en China

Siete millones de personas, preparadas durante unos meses, salieron ayer a las calles de todos los pueblos y ciudades de China para efectuar el censo nacional, una tarea compleja de por sí y particularmente difícil en este país cuya población se calcula que supera los 1.100 millones de habitantes, distribuidos en 200 millones de familias, y en donde cada día se registran 50.000 nacimientos y 16.000 defunciones.

Este cuarto censo desde la fundación de la República Popular China, en 1949, pretende ser el más complejo de los efectuados hasta ahora. Los formularios que debe cumplimentar cada unidad familiar que resida en una sola vivienda constarán de 21 preguntas en las que se requiere dejar constancia del nombre, la edad, el número de miembros de la familia, la ocupación, la unidad de trabajo a la que se pertenece y el tiempo que lleva cada uno en ese lugar de residencia.Los encargados de llevar a cabo el censo, que finalizará el día 10 de este mes de julio, recorrerán casa por casa y volverán todas las veces que sea necesario para asegurarse de que se ha completado correctamente. La magnitud de la tarea posterior de procesar los datos recogidos no permitirá que los resultados se hagan públicos por los menos hasta 1992.

Esta movilización total de la sociedad, como la definió el primer ministro, Li Peng, responde a un proyecto social complicado que se enfrenta a varios problemas de envergadura y que ha aconsejado a los dirigentes chinos realizar en las últimas semanas una campana en televisión para asegurar a la población que todos los datos que obtengan de ella, sobre todo los referidos a la situación familiar, al lugar de residencia y a los bienes y propiedades de los individuos, se mantendrán en secreto y no serán utilizados con otros fines distintos.

Población flotante

Las propias autoridades chinas han reconocido el temor de mucha gente a facilitar con exactitud estos datos. Por ejemplo, la población inmigrante y flotante teme ser obligada a retornar a sus lugares de origen. Este tipo de población se calcula en más de un millón de personas sólo en Pekín, y en 20 millones en todo el país, según cifras oficiales, pero puede alcanzar un número considerablemente mayor por la emigración rural a las zonas más desarrolladas de la costa.Los otros dos factores que hacen desconfiar a la gente a la hora de facilitar los datos requeridos es precisamente que el Estado todopoderoso tenga acceso a una información que pueda ir en contra precisamente de quienes facilitan los datos. Se refieren sobre todo al número de hijos que por la ley sólo pueden tener -uno por matrimonio, salvo las minorías nacionales- y a los impuestos, sobre todo de los pequeños comerciantes privados.

Los encuestadores realizarán su trabajo preferentemente por la noche, que es cuando la mayor parte de los chinos se encuentran en sus casas. Además es el mejor tiempo para los encargados de recoger los datos, ya que la mayoría de los mismos tiene otro trabajo.

Por lo que se refiere a Pekín, con una población calculada oficialmente en más de 10 millones de habitantes, la urbe se dividió en 18 distritos y cada distrito en un número variable de cuadrantes, que serán atendidos por cuatro o cinco encuestadores.

De acuerdo con la Información hecha pública por las autoridades chinas se calcula que cada uno de los 40.000 encuestadores que comenzaron a trabajar durante el día de ayer en Pekin deberá registrar los datos al menos de 100 familias de la capital.

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