La llegada de 20.000 nuevos hinchas ingleses provoca la alarma en Nápoles
Un ambiente de extrema inquietud, al borde de la paranoia, precede al partido de octavos de final Inglaterra-Camerún, que se disputará el domingo en Nápoles. Veinte mil nuevos hinchas ingleses llegarán a la ciudad italiana en vuelos charters y se unirán a los 5.000 compatriotas que han seguido a la selección de Bobby Robson desde el inicio de la Copa del Mundo. La alarma es general y ha provocado unas medidas de seguridad tan extraordinarias que se acercan a las previstas en el caso de los brotes de violencia de las guerrillas urbanas.
Cerca de 4.000 agentes italianos reforzarán a las fuerzas de orden público destinadas en Nápoles para controlar los movimientos de los hooligans. La policía Italiana recibe además información constante y asesoramiento de Scotland Yard, recomendaciones basadas en muchos casos en la experiencia de los agentes británicos durante los gravísimos disturbios que tuvieron lugar en Londres como protesta por el aumento de los impuestos municipales.Nápoles, una ciudad caótica en casi todos sus aspectos, vivirá mañana y pasado dos jornadas de absoluta confusión. Las noticias que llegan desde Londres son muy poco tranquilizadoras. Las grandes compañías británicas de viajes cifran en 20.000 el número de hinchas que viajarán a Italia para asistir al partido Inglaterra-Camerún. Nunca desde la trágica tarde de Heyssel se había asistido a una peregrinación tan masiva de seguidores ingleses. La mayor parte de ellos apenas permanecerá 48 horas en la ciudad, antes de regresar en vuelo charter a sus ciudades de origen. El Ministerio del Interior italiano observa esta avalancha con un extraordinario temor.
Todo el mundo está pendiente de un estallido de la violencia de los hooligans, la denominada enfermedad inglesa. Especialistas de Scotland Yard permanecen en Italia desde el inicio del Mundial, en compañía de altos cargos de las policías de otros países participantes, entre ellos agentes españoles. El trasvase de información es continuo. Los expertos británicos en seguridad han entregado a sus colegas italianos un prolijo manual que contiene los consejos básicos para contrarrestar la acción de los gamberros.
El manual de actuación establece en muchos casos una intervención similar a la prevista en los casos de guerrilla urbana, sobre todo en la estrategia destinada a la fractura de los grupos de hinchas violentos y al aislamiento de sus cabecillas. Los sucesos de la pasada primavera en Londres, donde grupos incontrolados de jóvenes protagonizaron unas manifestaciones violentísimas como protesta contra el aumento de los impuestos municipales, han incrementado el ambiente de temor que se vive entre los responsables de seguridad británicos e italianos. Colin Moyniham, ministro de Deportes británico, felicitó ayer a las autoridades Italianas "por la dureza, rapidez y eficacia" con que han capturado y deportado al Reino Unido a 247 hooligans, llegados ayer a Londres.
La policía británica considera que los hooligans presentan un perfil que coincide en gran parte con el de los activistas en aquellos disturbios en el centro de Londres. Una inmensa mayoría de los seguidores que recalarán en Nápoles son jóvenes menores de 20 años, salidos de los estratos sociales más desfavorecidos por la política de Margaret Thatcher y procedentes de los grandes núcleos urbanos de Inglaterra, sobre todo de Londres, y de núcleos urbanos como Manchester, Liverpool y Leeds.
Sin alojamiento
Las condiciones de sus viajes son casi salvajes. A Nápoles llegarán con un billete de avión y poco más. Muchos de ellos no tienen entrada para asistir al partido; la mayoría no tiene reservado alojamiento alguno en los hoteles de Nápoles. Los propietarios de estos establecimientos asisten desolados al clima de alarma que se observa en la ciudad. Los hoteles están prácticamente vacíos. Los turistas han abandonado la ciudad y se la han cedido a los periodistas, prácticamente los únicos clientes de los hoteles napolitanos.
En estas circunstancias, las autoridades Italianas han decidido agrupar a los hinchas ingleses en campamentos situados en los extrarradios de la ciudad.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.