España prepara el partido del martes en un clima de euforia
La selección española vive en un clima de euforia, aunque la consigna es disimularlo. Los jugadores utilizan tópicos al hacer juicios de valor sobre Yugoslavia. Luis Suárez hace otro tanto. Pero todos, sin distinción, cuando hablan en privado aseguran que el equipo yugoslavo es muy vulnerable. Sueñan con los cuartos de final, y por si se accede a ellos Suárez presenciará hoy el Brasil-Argentina. Los federativos mientras tanto, ya tienen todo preparado para el viaje a Florencia.
El clima de distensión es tal que, por primera vez en 40 días, los jugadores concedieron una prórroga de media hora a los periodistas. Seguramente, a su buena predisposición contribuyó el hecho de que el día anterior lo aprovecharon para ir de compras y convivir con sus esposas o novias. Como el horario de regreso al hotel no estaba fijado, algunos aprovecharon el tiempo al máximo, sin importarles la teórica multa que establecieron entretodos para el que batiera el récord noctámbulo.La nota discordante la puso, una vez más, Suárez que pidió un intérprete para los periodistas italianos a quienes acusó de tergiversar siempre sus palabras. El seleccionador reconoció que le iba a resultar muy dificil hacer cambios en el equipo frente a Yugoslavia: "Cuando nos enfrentamos a los yugoslavos en aquel partido de preparación utilicé una táctica diferente porque estaba pensando en Uruguay. Ahora la situación no es la misma. Yugoslavia es un buen equipo, que nos dará muchos problemas, pero superables".
Veinte minutos locos
A pesar de su hermetismo, Suárez ya ha explicado a sus jugadores como jugará Yugoslavia. Su tésis es que los yugoslavos alinearán a dos hombres en punta, por lo que el equipo de España, teóricamente, debe ser el mismo de los dos últimos partidos.
Tanto Suárez como sus jugadores sólo temen los 20 minutos "locos" que pueden tener los yugoslavos, pero confían en la anarquía del rival y en el calor. "La alta temperatura que habrá durante el partido nos puede beneficiar porque ellos tienen jugadores más veteranos que nosotros", señaló ayer Michel.
Zubizarreta se mostró más precavido en sus declaraciones a los informadores: "Yugoslavia no es una perita en dulce y se lo recuerdo a aquellos que en su día dijeron que iba a ser la revelacón de este Mundial". "Hemos pasado las etapas llanas y ahora iniciamos la montaña. Si fallamos, nadie se acordará de lo anterior. Un Mundial es como el Tour", terminó diciendo Zubi.
Manolo, jugador del Atlético de Madrid, se ha dejado una incipiente perilla, quizá producto de su pequeña depresión al haber salido del equipo titular. "Parece como si no estuviera en el Mundial. Estoy bastante desilusionado, pero comprendo que ahora no se pueden hacer cambios", señaló el extremo.
Luis Suárez terminó la jornada pidiéndole amablemente a John Benjamin Toshack, entrenador del Real Madrid, que cerrara la boca. El seleccionador de la selección ha encajado de muy mal humor que el técnico blanco le insinuase que debía de sentar a Butragueño y alinear a Bakero.
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