La intensa afectividad de Muñiz pudo llevarle alos hechos que que se le imputan, según un psiquiatra
"Alberto Muñiz es una persona extravertida, permeable al mundo de los sentidos, con una afectividad muy intensa que centra en el mundo de los niños y los jóvenes. ( ... ) En esa situación pueden haber surgido hechos como los que se le imputan". Estas son las conclusiones del psiquiatra Juan José Carrasco, encargado del informe pericial sobre la personalidad de Alberto Muñiz, al que se le juzga por presunta corrupción de menores.
La de ayer fue la sesión más corta del Juicio -iniciado el pasado martes- que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Madrid contra Alberto Muñiz, tío Alberto, director de la Ciudad Escuela de los Muchachos (Cemu) de Leganés. En apenas cuatro horas pasaron por el estrado 11 testigos del ministerio fiscal y a las dos de la tarde todas las partes aceptaron renunciar a los que faltaban.Responsables de la junta directiva y educadores de la Cemu coincidieron en señalar en esta tercera jornada que el centro atraviesa una grave crisis económica desde que estalló el escándalo de los presuntos abusos deshonestos.
Según el tesorero de la institución, la Cemu habría dejado de percibir alrededor de 1.300 millones de pesetas en concepto de créditos y subvenciones. Pedro Díaz, secretario general de la asociación que rige la ciudad escuela, manifestó que incluso han llegado a ir a cortarles el suministro eléctrico, pero que el Ayuntamiento se hizo cargo de la factura.
Díaz, a preguntas del abogado defensor, Luis Lerga, declaró que Celia Luelmo -la joven que ayer denunció que el verano pasado Alberto Muñiz después de hacer que ingiriera alcohol la llevó a su habitación para dormir con él- alternaba de madrugada en lugares poco recomendables. "Ella no lo aceptó", prosiguió Díaz. "Lo negaba delante de su madre y en una ocasión llegó a insultarme y a decir que le daba asco".
Durante el testimonio de una psicóloga que estuvo en la Cemu hasta 1985 y que declaró que varios jóvenes del centro le habían contado que lo grabado en las cintas era cierto, el abogado de la acusación popular, Jaime Sartorius, pidió protección policial para que acompañara a la testigo al concluir su intervención.
La petición se debe a que, según Jaime Sartorius, el miércoles, al concluir la segunda sesión del juicio, otra testigo, Celia Luelmo, había sido amenazada y agredida por dos jóvenes de la ciudad-escuela de Leganés al terminar su testimonio.
Daños por penetración
Luis Aragón, médico del centro durante la época en que presuntamente se cometieron los 10 delitos de corrupción de menores, manifestó que nunca había atendido a ningún chico por daños provocados por intentos de penetración. Sin embargo, Aragón añadió que en septiembre de 1988, dos meses antes de que se grabaran las cintas, Pedro Fernández Valle le dijo que iba a abandonar la Cemu porque había "muchos rollos de homosexualidad", que según la declaración del médico no fueron aclarados por el joven. Pedro ha manifestado en otras ocasiones haberle aclarado al médico que los rollos se referían a Alberto Muñiz.Hasta ahora han pasado por el estrado los 32 testigos propuestos por el ministerio fiscal.
Hoy testificarán los testigos que proponen Luis Lerga y Jaime Sartorius. Entre ellos se encuentran la directora general de Educación, Aurora Ruiz, y dos funcionarios de la Consejería de Integración Social.
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