La policía dispara al aire para reprimir peleas en Cerdeña

La policía italiana disparó al aire en la noche del martes para reprimir los violentos enfrentamientos que se produjeron en Olbia (Cerdeña) entre gamberros ingleses (los temidos hooligans), y jóvenes italianos. El resultado de los incidentes fue un carabinero herido y 24 personas detenidas.La batalla campal se inició cuando un centenar de italianos, que festejaban el triunfo de Italia sobre Checoslovaquia, insultó a un grupo de unos 25 hinchas ingleses congregados en un plaza de la citada localidad. De los insultos se pasó a las manos y, en pocos segundos, al lanzamiento de objetos contundentes, como botellas y piedras. La llegada de los efectivos policiales no atemorizó a los contendientes, que encontraron en los agentes un nuevo blanco. Fue entonces cuando uno de los policías fue alcanzado en la cabeza.

Ante el aumento de la actitud violenta de los gamberros, la policía utilizó sus armas y efectuó unos 30 disparos al aire, único elemento disuasorio que frenó el ímpetu de los alborotadores. Una fuente policial discrepó de la información ofrecida por las agencias de noticias y cifró en 500 el número de implicados en el altercado: "No tuvimos más remedio que disparar varias veces al aire para intimidarlos, ya que nosotros éramos muy pocos y ellos alrededor de 500". La misma fuente negó que se hubieran utilizado gases anti disturbios.

Coches destrozados

Los incidentes se extendieron por toda la población de Olbia, que amaneció con numerosos automóviles y escaparates destrozados tras una noche de celebraciones y batallas campales. De los 24 detenidos, sólo uno es italiano. Los 23 restantes, ingleses. Estos, si son declarados culpables por el juez encargado del caso, serán expulsados inmediatamente del país. La policía justificó como pudo la destacada ausencia de arrestados italianos, a pesar de que su número en los incidentes había sido mucho mayor. "Pudimos detener a los ingleses, pero todos los sardos escaparon en cuanto empezamos a cargar contra ellos", comentó el mismo portavoz policial.

Los incidentes del martes son los segundos de gravedad que se producen entre hinchas ingleses, desplazados a Cerdeña para animar a su selección, y vecinos de la isla. El pasado lunes, la policía tuvo que intervenir con contundencia en poblaciones cercanas a Cagliari para reprimir auténticas batallas campales, en las que los contendientes utilizaron botellas y piedras como armas arrojadizas. Las autoridades italianas desplazaron 4.000 agentes a la isla en previsión, luego confirmada, de incidentes. El partido de mayor tensión fue el que enfrentó el pasado sábado a las selecciones de Inglaterra y Holanda. En las horas previas al encuentro, la policía sofocó diversos conatos de violencia.