La religión
forma parte de este Mundial. Además de los mensajes del Papa y de varios obispos y cardenales, se ha visto en los terrenos de juego cómo Meola, el portero estadounidense, besaba fervientemente la cruz que cuelga en su pecho antes y en el descanso de sus partidos; cómo su colega Conejo, de Costa Rica, reza de rodillas antes del inicio de los encuentros, y cómo Youssef, de Egipto, besaba el Corán antes del partido ante Irlanda.
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