Primer anuario de la Iglesia católica española, dirigido a creyentes y no creyentes

Periodistas especializados, principalmente laicos, han elaborado el primer anuario de la Iglesia española, presentado ayer por el director general de Asuntos Religiosos, Luis María de Zavala, y el portavoz de la Conferencia Episcopal, Joaquín Luis Ortega.El volumen recoge en 500 páginas los datos y noticias de esta institución, "despegadas del control institucional de la Iglesia y dirigidas a todos, creyentes y no creyentes", según explicó Zavala. El director general de, Asuntos Religiosos consideró que la Iglesia católica es "un gran poder fáctico" por su grado de penetración en todos los ámbitos de la sociedad.

Eloy García, coordinador de la obra, lamentó que la Iglesia se convierta en noticia "cuando hay algún escándalo o polémica, y no por sus obras sociales". "Se critica", añadió, "que en Granada no se dé la comunión a un niño minusválido, pero no se habla de los muchos niños con estas características que estudian en instituciones eclesiásticas".

En el mismo sentido, Joaquín Luis Ortega defendió la necesidad de "normalizar" la presencia de la Iglesia en la sociedad española, tras indicar que "muchas veces la información religiosa se realiza por aficionados".

El libro arranca con los principales hechos relacionados con la Iglesia católica a lo largo de 1990 y con los considerados por esta institución personajes del año. Entre ellos el presidente de la Conferencia Episcopal, Angel Suquía e Ignacio Ellacuria y sus compañeros jesuitas asesinados en El Salvador.

Erratas

El resumen anual también detalla la composición de la Santa Sede y de todos los organismos de la institución eclesiástica. Varios capítulos están dedicados a las diócesis, actividades sociales, cultura y formación y a las relaciones de la Iglesia con las administraciones públicas.Autores y editores comentaron con humor algunas erratas contenidas en la primera edición del anuario, citando la que atribuye al Opus Dei un total de 70 millones de miembros en toda España, cuando en realidad son 70.000. El último capítulo aborda temas de debate, como el papel de la Iglesia en el año 2.000, la objeción de conciencia, la objeción fiscal, y la relación de los jóvenes con la religión y las sectas.