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La economía japonesa creció un 5% en el año fiscal de 1989

La economía japonesa no da por ahora señales de debilitamiento, según se desprende de los últimos resultados estadísticos oficiales, que superan las previsiones realizadas por el propio Gobierno. El crecimiento ha sido del 5% durante el año fiscal de 1989, que terminó el pasado marzo, anunció ayer el Ministerio de Planificación Económica.

Las previsiones realizadas por los economistas del Gobierno situaban el ritmo de expansión en un 4,6%, pero el fuerte impulso que experimentó en 12 meses la demanda interna alteró los cálculos. Los resultados de 1989 significan que por tercer año consecutivo la economía ha llegado a crecer cinco puntos, un nivel superior al del resto de los países más industrializados.El crecimiento del pasado año fiscal fue principalmente debido al fuerte empuje que tuvo la demanda interna espoleada por los gastos de capital y el consumo privado. El gasto de capital en plantas y bienes de equipo creció 16,5%, un nivel muy alto aunque inferior al 17,3 que se registró el ano anterior. El consumo privado creció un 3,2%, por debajo del 5% que lo hizo en 1988. La razón fue la introducción desde abril de 1989 de un impuesto al consumo del 3%, mal recibido por la población y que costó muchos disgustos políticos al Gobierno.

La robustez de la economía japonesa no parece que vaya a resentirse en los próximos meses del impacto que supuso el debilitamiento del yen, si bien las previsiones oficiales estiman que el crecimiento al final de este año será de cuatro puntos. Según los resultados difundidos ayer por el Gobierno, relativos al primer trimestre de 1990, la expansión económica fue del 2,5% entre enero y marzo pasados. En el trimestre anterior había sido de apenas un 0,8%.

Las estadísticas oficiales indican, por otra parte, que tampoco hay claras señales de que exista una tendencia inflacionista seria. La inflación fue en el año fiscal de 1989 del 1,8% en comparación con el 0,7% del año anterior. Esta subida no es considerada por el Gobierno como un síntoma de gran preocupación, pero el Ministerio de Planificación Económica recomendó ayer que continúe la estrecha vigilancia de los precios ante las fluctuaciones que el yen ha sufrido en los últimos meses. El dólar se cotizaba en mayo del año pasado a 133 yenes en mayo del año pasado y ahora está por encima de 153 después de haber tocado la barrera de los 160 y de haber estabilizado su descenso.

Crecen las reservas

Por otra parte, los 12 bancos comerciales japoneses incrementarán sus reservas en un 40% para hacer frente a los créditos impagados del Tercer Mundo, cuyo volumen roza los 2,7 billones de yenes, unos 17.763 millones de dólares, según señalaba ayer la prensa local. Dicha medida es consecuencia de la reciente recomendación realizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, de acuerdo con la cual los bancos debían situar sus reservas para créditos de riesgo al Tercer Mundo en el 25% del total prestado.El alza de las reservas es necesaria también para poder hacer frente a la ejecución en el futuro plan del secretario nortemaricano del Tesoro, Nicholas Brady, a través de negociaciones entre Japón y países deudores como Filipinas y Brasil.

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