Mal panorama en Europa para los clubes ingleses

Los clubes ingleses deberán probablemente esperar al menos una temporada más antes de volver a las competiciones europeas debido a los numerosos incidentes provocados por los hooligans (gamberros) en Cagliari, sobre todo, y otros lugares de Italia antes del encuentro Inglaterra-Holanda del pasado día 16. Ayer fueron expulsados del país otros 14 al permutárseles la condena que se les había impuesto de cuatro o cuatro meses y medio de cárcel por la deportación.

La comisión ejecutiva de la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) debe examinar la reintegración de los clubes ingleses después del Campeonato del Mundo. Ello se decidió precisamente para observar el comportamiento de sus aficionados, en un acuerdo conjunto con el Gobierno británico. Este es el más reacio a permitir la vuelta de sus equipos a los torneos europeos cansado de la mala imagen de sus seguidores.El sueco Lennart Johansson, el nuevo presidente de la UEFA, ha declarado: "Aunque los europeos necesitan a los ingleses y éstos a nosotros, es dificil que el Gobierno británico dé su autorización después de lo que ha sucedido en Cagliari". El gabinete de Margaret Thatcher se ha negado hasta ahora a dar el permiso para la reintegración de sus clubes, expulsados desde la tragedia de Heysel en 1985. Entonces, antes de la final de la Copa de Europa entre el Liverpool y el Juventus, hinchas ingleses atacaron a los italianos y la consecuencia fue una avalancha que supuso la muerte de 39 personas.

Haciéndose eco de las palabras de Johansson, el ministro de Deportes británico, Colin Moyniham, que asistió al Inglaterra-Holanda, ha dicho que su Gobierno no había enviado ninguna petición a la sede de la UEFA para la vuelta de sus clubes.

Dirigidos por radio

Antes del partido se habían producido graves incidentes, aunque rápidamente cortados, al atacar los hinchas a la policía con todo tipo de objetos.

Precisamente sobre esos incidentes, Moyniham efectuó al día siguiente unas declaraciones según las cuales sospechaba de un montaje. Lord Ferrers, ministro del Interior británico y responsable de la policía, dijo ayer en Cagliari que los hooligans son dirigidos por generales y coordinados gracias a sistemas de radio. Ferrers añadió que el plan utiliza el fútbol como vehículo para la violencia.