'La isla del Colegio' una idea para Alcalá
JOAQUíN LORAQUE DE LA-HOZLa propuesta urbanística para construir una miniciudad de 2.000 viviendas en la Isla del Colegio, entre el río Henares y la ciudad de Alcalá, debería tomarse, según el autor, como ejemplo de actuación, no como una agresión o manipulación de la sociedad. Por ello, resalta que se haya sacado a debate el proyecto.
Hace aproximadamente dos años, un grupo de profesionales de diversas disciplinas relacionadas con la arquitectura y el urbanismo nos planteamos una idea verdaderamente novedosa dedicada a la histórica ciudad de Alcalá de Henares.Nos pusimos manos a la obra y, tras un periodo de trabajo y reflexión, elaboramos un proyecto en el que hemos confiado ciegamente y que estamos convencidos -más pronto o más tarde-, en uno u otro lugar, verá la luz. Pensamos que no es un proyecto más, sinc una aportación imaginativa y valiosa para el ciudadano que, cada vez en mayor medida, demanda nuevas soluciones a los angustiosos y pavorosos problemas de nuestras ciudades.
Inicialmente presentamos el proyecto a las autoridades locales para,conocer su opinión y, si era el caso, recibir su bendición para después darlo a conocer a todo el pueblo de Alcalá.
En este tiempo, todos nuestros esfuerzos han ido dirigidos a explicar la idea a cuantos han querido o:'rnos. Nos hemos granjeado todo tipo de reacciones. En unos casos hemos recibido el aplauso y el calor popular por el esfuerzo y en otros casos hemos cosechado determinados rechazos y aljr,una incomprensión. Pero, sobre todo, lo más importante es que hemos sacado a debate un proyecto y hemos vivido la ilusión de una idea.
Nuestro principal objetivo ha sido presentar y explicar nuestra idea a la opinión pública de Alcalá para haber partícipes a los ciudadanos del proyecto y su significado contando con ellos.
Por tanto, superada esta fase, considerarnos que el objetivo está cumplido. Siempre hemos considerado que los ciudadanos demandan una nueva concepción de la ciudad. Una ciudad habitable con amplitud de espacios en donde la arquitectura sea como una gran escultura.
Desde este primer planteamiento, hemos creído que podíamos ofrecer lo que los ciudadanos demandan. Esto es todo. No hay maniobras ocultas ni oscuros intereses. Si fuéramos unos vulgares especuladores tendríamos otras oportunidades.
Pensamos que la sociedad de Alcalá ha reaccionado de forma muy positiva, acudiendo masivamente a interesarse por el proyecto La isla del Colegio. Por tanto, la primera conclusión que podemos extraer es que hemos resultado útiles, ya que los ciudadanos han demostrado un interés superior al de otros casos.
Por otra parte, la ciudad de Alcalá y su nombre, cargado de historia y grandeza, ha vuelto a saltar al ruedo de la opinión de todo el país, ya que la polémica sobrepasó el nivel local.
Punto de vista ciudadano
Así las cosas, lo cierto y verdad es que ante el hecho de que el proyecto no se lleva a cabo, el pueblo no parece estar claramente de acuerdo o, al menos, tan claramente como algunos otros que han creído ver una fácil herramienta de otros objetivos. Para los que -estos días- hemos tenido ocasión de intercambiar, repetidas veces, puntos de vista con los ciudadanos de Alcalá, la realidad es que la acogida al proyecto se puede calificar, además de masiva, de positivamente razonable.
Por tanto, de cara al futuro, la experiencia debería tomarse como ejemplo de actuación, no como una agresión o manipulación de la sociedad. El que desde la Iniciativa privada se exponga una Idea a la sociedad para hacer partícipes a los ciudadanos de sus planes es, ante todo, un inodelo democrático de participación y preocupación social.
En toda esta fase, con bastante frecuencia se nos ha preguntado por nuestros planes de futuro en el caso de que el proyecto no saliera adelante. Pues bien, creemos que la utopía es necesaria, pero pensamos que trabajar con objetivos realizables facilita su logro. Por ello, hemos hablado con diferentes responsables de otras ciudades y parece que estarían interesados en adecuar la idea a sus necesidades específicas y así poder llegar a ser los auténticos motores en esta nueva forma de concebir al hombre dentro de la naturaleza. Alcalá ha tenido la oportunidad de conocer esta idea y sería una lástima que no pudiera verla realizada. Estábamos convencídos de que no se le escaparía esta oportunidad. Se abría una bella idea y una clara posibilidad, sobre la que ahora habrá que estudiar otras alternativas. Alealá ha sido siempre una ciudad joven y vital que ha sabido situarse en la vanguardia. El peso de su Universidad y su tradición han permitido siempre el justo equilibrio entre la historia y el progreso. El mismo equilibrio que ahora ha propiciado la reacción de interés por el conocimiento. Es, una -vez más, el triunfo de la razón.
, arquitecto, es autor del proyecto La isla del Colegio, de Alcalá de Henares.
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