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Los integristas argelinos lanzan una campaña para cambiar su imagen radical

El Frente Islámico de Salvación (FIS), el partido integrista triunfador en los últimos comicios celebrados en Argelia, ha iniciado una campaña de remodelación, en un intento de contrarrestar la mala imagen provocada por los excesos verbales de sus propios dirigentes y la "manipulación" de la prensa occidental.

Con esta operación, el FIS pretende asimismo tranquilizar a la población, conseguir su confianza y demostrar su capacidad para gobernar el país.En el marco de esta campaña, los dirigentes islámicos dieron el pasado jueves por la tarde una orden a sus militantes para que participaran voluntariamente en una operación de recogida de basuras en la ciudad de Argel. La ciudad se encuentra desde hace más de una semana afectada por una huelga de los encargados municipales de la limpieza.

Numerosos militantes, con grandes bolsas de plástico, recorrieron en la noche del jueves las principales calles de la ciudad iniciando la operación de limpieza. A esa misma hora -23.00 hora local- la televisión argelina daba a conocer el resultado oficial de las elecciones y el triunfo del FIS en la mayoría de los Ayuntamientos y prefecturas. Esta información provocó un estallido de alegría y algunas manifestaciones en diversos puntos de la ciudad.

Una caravana compuesta por cerca de un centenar de vehículos recorrió hasta altas horas de la madrugada el centro de Argel. Al mismo tiempo, una manifestación integrada por cerca de 300 personas discurrió por los barrios cercanos al puerto.

Todas estas manifestaciones de júbilo fueron perfectamente controladas por los servicios de vigilancia del FIS que reclamaban continuamente a sus militantes moderación y contención. Ayer, los servicios de vigilancia del movimiento integrista volvieron a dar una buena prueba de su moderación y eficacia con ocasión de la plegarla multitudinaria celebrada en la mezquita de Ban Badis, en el barrio de Kouba.

El nombre de Alá

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Millares de personas se reunieron en torno al templo para rezar y escuchar los discursos de los máximos dirigentes del FIS, Abassi Madani y Ali Belhadj. En el transcurso de la plegaria se produjo un momento de histeria colectiva cuando el público creyó ver escrito en el cielo el nombre de Alá. Todos los fieles puestos de pie prorrumpieron en gritos ensordecedores de Dios es grande. Se produjeron desmayos y numerosas personas iniciaron un llanto histérico mientras señalaban al cielo. La nube se fue diseminando del cielo y los servicios de vigilancia del FIS volvieron a controlar a las masas. A las 15.30 hora local se dio por finalizada la plegaria, y los fieles regresaron a sus casas en perfecto orden sin un solo incidente.Momentos antes de finalizar la reunión religiosa, Abassi Madani, máximo dirigente del FIS, había recordado a los seguidores que la victoria de las elecciones no era una victoria del Frente Islámico sino una victoria de Alá, y que Dios "continuará ayudando a su pueblo si éste confia en él". Ali Belhadj fue mucho más radical y recalcó que la victoria en las últimas elecciones no era un triunfo de la democracia, sino del Islam e ironizó sobre los países europeos.

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