Centenares de personas asisten al funeral de 10 víctimas del accidente de Mérida

Varios centenares de calés y payos, en medio de escenas de dolor, asistieron ayer en Cañaveral (Cáceres) al entierro de 10 de las víctimas del accidente ocurrido el pasado jueves en la carretera radial 5, Madrid-Lisboa, en el que perecieron 13 personas, todos chabolistas, que no pudieron ser identificadas hasta primera hora de la madrugada de ayer.

Los fallecidos fueron Josefa Navarro Salazar, 58 años, Blas Hernández Navarro, 21; Félix Fernández Romero, 16; Diego Fernández Suárez, 18 meses; Isabel Suárez Silva, 18 años; Raquel Galán Martín, 15 y Félix, Jesús, Rafael, Isabel, Diego, Javeña y Emilio Fernández Romero, de 16, 19, 8, 6, 10, 16 y 15 años, respectivamente, estos últimos hermanos. Josefa Navarro era la abuela de todos. En el accidente también murieron un hermano del padre de los pequeños, Blas, su primo Rafael y su cuñada Isabel, junto con el hijo de ésta, Diego.Fuentes judiciales y de la Guardia Civil apuntan hacia una posible negligencia del conductor como causa problable del accidente, en concreto, el exceso de velocidad y la distracción de Jesús Fernández Romero, de 19 años. La furgoneta que conducía Jesús se empotró contra el remolque de un camión. Las 13 víctimas habían visitado por la mañana a Julio Fernández Navarro y Marina Romero, los padres de los pequeños, ingresados en la prisión de Badajoz.

El funeral se celebró a las 15.30, pocos minutos después de que los féretros llegaran a Cañaveral procedentes de Mérida.

Julio Fernández, El Diego, hijo de Josefa y padre de siete de los niños fallecidos, dejó la cárcel en libertad provisional bajo fianza. Los gitanos comentaban que estaba en Cañaveral, pero "su estado emocional" le impidió asistir a los funerales, presididos por por el obispo de Coria-Cáceres, Jesús Domínguez.