Camerún confirma la ascensión africana
Camerún cautivó menos que ante Argentina, pero también ganó a Rumania. La victoria co loca al equipo africano en la segunda fase y sella la ascensión del fútbol pobre en la escala social, restringida hasta ahora a europeos y suramericanos. He aquí una buena noticia. También confirmó este partido los decepcionantes arbitrajes. Arce pasó a engrosar la lista de infames: permitió el empujón del venerable Milla a Andone, que facilitó el primer gol camerunés, y otorgó el rumano en fuera de juego de Balint. Lobanowski, el técnico soviético, tenía razón en Nápoles: estos colegiados falsean el contenido de los encuentros y su resultado.El partido fue muy pesado Sólo la aparición a última hora de Milla, un héroe nacional en Camerún, añadió la tensión que había faltado. Hasta la aparición de Milla, que, a sus 38 años, se ha integrado en el equipo después de dos temporadas de inactividad y por la expresa recomendación del ministro de Deportes Camerún dio la impresión de sufrir el síndrome de la ortodoxia Después de su adorable ingenuidad en San Siro, donde se atrevió a enterrar a los campeones y al mayor astro, Maradona, llegó a este encuentro con la cabeza menos fresca. Le era posible la clasificación y la responsabilidad adocenó su juego.
A Rumania hay que atribuirla errores variados y gruesos. El primero fue el exceso de suficiencia. Sus defectos se alargaban a su escaso corazón y a la abierta tendencia de sus jugadores a colocarse en el escaparate del mercado futbolístico y maltratar, por tanto, el bloque. Este grupo de egoístas lo encabezó Hagi, ya del Real Madrid, que gastó su pólvora en una falla individual.. Además, lució una escandalosa condición física. Cada dos carreras se echaba las manos a los riñones y buscaba oxígeno como un silicoso. Tanto cacareo acabó por cansar a su técnico, Jenei, que le mandó a la ducha al inicio del segundo tiempo.
El encuentro certificó el fútbol acorchado que se ha visto hasta ahora, responsabilidad de la que no escapa la FIFA. El máximo organismo ha abierto tantas posibilidades para buscar la clasificación que los equipos se deba.ten entre su instinto natural para jugar y la vía, no menos natural, de conservar un buen puesto. Esto ha viciado el juego en esta fase. Rumania jugó con este equipaje rácano y perdió. Así y todo, sus posibilidades de pasar al tramo final se mantienen casi intactas.
Camerún también estuvo echando cuentas. Su primer periodo estuvo muy lejos del patrón que mostró ante Argentina. Tuvo a Nkono, que sacó dos pelotazos de Hagi y Popescu, y contó con una buena construcción defensiva, integrada por jugadores rápidos y decididos.
El corte del partido anunciaba el empate, pero entró Milla y se armó el taco. A la vejez, viruelas: recién plantado en la cancha, corrió como un gamo tras el balón, empujó a Andone y marcó con un tiro duró. La segunda acción fue. legal y de gran factura. Un pase en profundidad le dio la oportunidad de desbordar a un defensa, salir del quiebro como un felino y machacar con un tirazo bárbaro.
Rumania se encontró con un sapo en la boca. Se tiró adelante, pero el partido estaba entre estertores. Aún así, tuvo tiempo de marcar, con la complicidad del árbitro chileno. El segundo, sin embargo, no llegó. Una lectura bíblica daría a los rumanos por condenados por confiados y perezosos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.