Nueva escala de ámbito mundial para evaluar los accidentes que ocurran en las centrales nucleares
El Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA) ha calificado el incendio ocurrido en 1989 en la central nuclear de Vandellòs 1 (Tarragona) como un "grave incidente" según una nueva escala creada por este organismo para evaluar los sucesos que pueden ocurrir en las centrales nucleares. Esta escala, que será presentada oficialmente en julio, ha sido elaborada por expertos consultados por la OIEA y el organismo para la energía nuclear de la OCEA. Los nuevos haremos se han realizado con el fin de alertar rápidamente a la opinión pública sobre este tipo de sucesos.
La nueva escala técnica para evaluar los accidentes de centrales nucleares se ha configurado teniendo en cuenta modelos similares existentes en Francia y Japón, principalmente. Con ella se intenta facilitar a la opinión pública los criterios de comprensión de los accidentes nucleares. Se trata de que todos los países adscritos a la OIEA y a la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) utilicen esta escala durante un año, período en el que se podrán incluir criterios nuevos que sean propuestos por los diferentes países.Se calcula que en octubre de 1991 quedará configurada la versión final de la escala, que será obligatoria para todos los países a la hora de evaluar los sucesos nucleares, según fuentes del Consejo de Seguridad Nuclear. Sin embargo, esta escala no se ha elaborado con la intención de cambiar los criterios adoptados nacional o internacionalmente para definir y analizar técnicamente los accidentes nucleares. En el caso de que ocurriera una emergencia radiológica en las inmedicaciones de una planta nuclear, los planes de emergencia tendrían preferencia sobre la escala.
La nueva escala tiene siete niveles, en los que se explican las características de los sucesos. Esos niveles están, a su vez, divididos en tres apartados en los que se clasifica a los sucesos bien como accidentes (niveles superiores, desde el 4 al 7) o como incidentes (niveles inferiores, del 1 al 3).
También existe un nivel inferior, en el que se incluyen todos aquellos sucesos en que no se ha puesto en peligro la seguridad de la instalación ni de las personas. Los criterios escogidos para realizar esta escala diferencian además los efectos o el impacto del accidente o el incidente fuera o dentro de la planta nuclear, así como el deterioro en profundidad provocado.
El nivel 7 engloba a aquellos hechos catalogados como "accidentes muy graves", que tienen consecuencias para la salud y el medio ambiente. El criterio definido en este caso prevé que se produzca la emisión de elementos radiactivos de corta y larga vida procedentes del núcleo del reactor en cantidades radiológicas por encima de varios miles de terabecquerelios (10 elevado a 12) de iodo 131.
Planes locales
Un hecho así se evalúa como susceptible de afectar a la salud de personas, animales y plantas en áreas incluso superiores a la superficie ocupada por un país y también al medio ambiente a largo plazo. En este nivel está clasificado el accidente de Chernóbil, ocurrido en la URS S en 1986. En el nivel 6 están catalogados los "accidentes graves", en los que también se producen emisiones radiactivas de productos de fisión, y donde se aconseja poner en marcha planes de emergencia locales, con el fin de evitar riesgos para la salud de las personas. En el nivel 5 de la escala se describen los "accidentes con riesgos para el exterior de la instalación", en los que se producen emisiones radiactivas de iodo 131 y daños en el núcleo del reactor. Por ello se recomienda la evacuación de la zona.Como ejemplos de este tipo de accidentes se señalan los ocurridos en el reactor de Windscale, en el Reino Unido, en 1957, y el que tuvo lugar en la planta de Three Mile Island, en Estados Unidos, en 1979. Los sucesos caracterizados dentro del nivel 4 se refieren específicamente a los "accidentes que suceden principalmente en el interior de una instalación nuclear", sin emisiones radiactivas al exterior pero con el resultado de daños en el núcleo del reactor y contaminación radiactiva de los trabajadores. Como ejemplo de este tipo de accidente se menciona el ocurrido en la planta nuclear francesa de Saint-Laurent en 1980.
En el nivel 3,. catalogado como "incidente grave, muy próximo al accidente", se puede producir una emisión al exterior de radiactividad, pero por debajo de los límites autorizados. Sin embargo pueden generarse altos índices de contaminación radiactiva en el interior de la central debido a fallos de los equipos de la instalación o de los sistemas de seguridad.
Peligro potencial
Los trabajadores estarán expuestos a esa radiactividad cuando las dosis individuales sean superiores a 50 milisieverts. Los expertos del OIEA estiman que en este nivel se encuadra el suceso de la central de Vandellòs 1. Estiman, asimismo, que la mayor parte de los acontecimientos registrados hasta ahora se enmarcan en los niveles 2 y 1, calificados como incidentes con peligro potencial para los sistemas de seguridad de la central o como simples anomalías.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.