La católica Costa Rica

Costa Rica forma, junto con Camerún y Egipto, el grupo de selecciones que han roto con los esquemas de este Mundial. Costa Rica, que ganó por 1 a 0 a Escocia, está dirigida por un técnico yugoslavo, Bora Milutinovic, que se define así: "Soy un ciudadano del mundo. Los periódicos dicen que soy un gitano. Es cierto. Soy gitano porque he viajado mucho, y viajaré aún más". Milutinovic dirige a una selección en la que nadie creía, y cuya principal característica es su profundo catolicismo. De Costa Rica se trajeron una imagen en oro de la Vírgen de los Angeles, que preside el hotel de la concentración.El entendimiento entre el técnico y los jugadores, pese a la diferencia de caracteres, ha sido perfecta. Multinovic es un tipo especial que se ha sabido adaptar perfectamente a un equipo que ha tenido cuatro entrenadores en los dos últimos años. "¿A quién le interesa la edad que tengo?", dice el entrenador yugoslavo. "Yo no cuento los años. No sé los que tengo ni me interesa saberlo. Lo importante es el corazón".

Rico en amigos

"Soy rico, porque tengo un amigo en todos los países", prosigue Milutinovic, que llama a sus amigos "hijos de puta". Sabe que es un héroe en Costa Rica, donde el ex presidente Arias ha presidido un desfile de coches en el día del triunfo ante Escocia, pero eso no le preocupa. "El país ha vivido tres días de duelo nacional por la muerte del ex presidente Rafael Calderón. Ahora vivirá una semana de fiesta. Y espero que Brasil tenga piedad de nosotros".

Brasil será el próximo contrincante de Costa Rica, pero Milutinovic no está nervioso: ¿A quien le importa cómo marcaremos a Careca? Habrá que hacerlo, pero también habrá que vigilar a Dunga, Alemâo...

Los jugadores no hablan como Milutinovic. Ellos tienen la palabra Dios constantemente en la boca. "¿Qué hay de extraño? Somos un equipo religioso", fue lo que dijo uno de los responsables del equipo cuando los aduaneros trataron de averiguar si la imagen de oro de la Virgen de los Angeles que transportaba el equipo era contrabando o un símbolo religioso.

Conejo, el portero que tan buena actuación tuvo ante Escocia, reconoció que había realizado buenas paradas, y añadió: "Gracias a Dios. Siempre rezo antes de saltar al campo", añade Conejo, "porque soy una persona muy religiosa. Cuando uno está en paz con Dios tiene más tranquilidad interior, más seguridad, más fuerza". Conejo ve muy difícil el encuentro ante Brasil: "Será complicado, muy complicado. Pero a lo mejor conseguimos algo positivo, con la ayuda de Dios, naturalmente".