_
_
_
_

Ingrao se acerca a Occhetto en la refundación del PCI

Juan Arias

La posición de Pietro Ingrao, el líder histórico del viejo Partido Comunista Italiano (PCI), se va ablandando, aunque aún en clave de desafío político. Ingrao era hasta ahora exponente del no rotundo a la revolución del secretario general, Achille Occhetto, que se ha lanzado a la arriesgada decisión de dar vida a la formación de una nueva fuerza política nacida de las cenizas del gran partido de Grainsci, Togliatti y Berlinguer.Ha sido este ablandamiento de Ingrao la nota de mayor relieve político en la aventura occhettiana, como comentaban ayer todos los observadores del país. Y ello porque era evidente desde el principio que sin Ingrao difícilmente el PCI podría emprender una refundación radical.

Ingrao, desde la importante tribuna de la conferencia organizada por su grupo del no en Aricia, constató el domingo que acababa de tener lugar "un hecho político importante" al que no se podían hacer oídos sordos. Y se refería al hecho de la presencia del propio Occhetto en la asamblea de sus antagonistas de partido, así como al hecho de que el número dos del partido y brazo derecho del secretario, Massimo d'Alema, de quien se habla ya para el futuro cómo delfín de Occhetto, confesó ante sus adversarios que a pesar de que la aventura del proceso constituyente sigue en pie -para lo cual se están organizando ya comités en toda Italia, incluso con gente de fuera del partido-, la nave se ha encallado en el escollo de la falta de un centro del partido formado por cuantos del campo del y del no quieren crear una "nueva fuerza de izquierdas de oposición para abrir horizontes de alternativa y de gobierno".

En el fondo, el número dos del PCI reconocía que sin Ingrao o, peor aún, con Ingrao a la cabeza de un nuevo partido comunista, el proceso abierto por Occhetto podría quedarse anclado.

Ingrao, que goza aún de gran prestigio tanto en el mundo íntelectual como en la base traba adora, recogió el guante del desafío, y aun a costa de dividir ahora a sus huestes del no, ha venido a decir que él está dispuesto a participar en la creación de dicho centro, con la condición de que también Occhetto se acerque a las razones defendidas por el no, que fundamentalmente se resumen en una sola: que el secretario quite esperanzas a los conservadores filosocialistas del sí de convertir el proceso constituyente en una puerta a una simple unidad socialista con Craxi y al proyecto de éste de ir hacia una nueva República presídencialista.

Ingrao estaría dispuesto a colaborar en el nuevo proceso de refundación, renunciando incluso a su prejuicio inicial sobre el cambio de nombre del partido, si se llega a un acuerdo sobre la nueva línea programática.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_