Iglesias quedó descartado como candidato de IU de Asturias

La segunda asamblea regional de Izquierda Unida de Asturias eligió ayer a Laura González, concejala comunista en el Ayuntamiento de Avilés, como candidata de dicha coalición a la presidencia del Gobierno regional en las próximas elecciones autonómicas, que se celebrarán el año próximo. La asamblea se desarrolló con momentos de tensión y un claro enfrentamiento entre el sector oficial, que apoyaba a Laura González, y el crítico, aglutinado en torno a Gerardo Iglesias, ex coordinador estatal de IU y, en la actualidad, miembro de la presidencia nacional de esta coalición y picador en la empresa minera Hunosa. Los partidarios de Iglesias no presentaron candidatura alternativa, y tampoco participaron en la votación. Laura González salió elegida con el 94,2% de los votos emitidos, pero con el apoyo de sólo el 54,7% de los delegados presentes.Iglesias aseguró que la asamblea había sido antidemocrática y "amañada" en su proceso preparatorio, dado que sus partidarios (agrupaciones comunistas de los municipios mineros y grupos dependientes de Gijón), que contaban con una representación del 40% en la asamblea, son, en su opinión, mayoritarios en las bases del PC y de IU de Asturias. Iglesias manifestó que "la asamblea ha supuesto un fracaso y una derrota de todos, porque IU llegó a ella dividida y sale aún más dividida. Se han empleado métodos que sirven para ganar una batalla, pero que trituran el proyecto de IU". El ex coordinador estatal de esta coalición aseguró, no obstante, que seguirá defendiendo su concepción de lo que ha de hacer esta coalición: "Me importa mucho este proyecto y procuraré sacarlos del túnel en el que lo han metido".

A la asamblea, que ha polarizado en los últimos meses con momentos de crispación las bases del PC de Asturias y de IU del Principado, no asistió ningún dirigente nacional de la coalición. Los críticos han responsabilizado al sector oficial de las consecuencias políticas de presentarse a las próximas elecciones con una candidatura que ha contado con el apoyo de menos del 60% de los delegados.