Atentados sijs en el Punjab por el sexto aniversario de la matanza del Templo Dorado

ENVIADA ESPECIAL Separatistas sijs colocaron e hicieron estallar ayer diversas bombas en ocho estaciones de trenes para que el Estado indio de Punjab quedara absolutamente paralizado en el sexto aniversario de la operación estrella azul en la que carros de combate del Ejército indio penetraron y dispararon contra el recinto sagrado de la religión sij, el Templo Dorado de Amritsar. Al menos 13 personas murieron en diversos incidentes, de las que tres eran policías.

Los extremistas atacaron varios puestos de vigilancia y comisarías. El Gobierno indio tiene prácticamente sitiado desde el pasado lunes con 2.000 agentes policiales, barricadas y alambre de espino, el Templo Dorado y sus inmediaciones. Según el subcomisario Sarabjit Singh, el refuerzo policial es para evitar "provocaciones y discursos antinacionales e inflamatorios". La policía asegura que los terroristas utilizaron "misiles y armamento muy avanzado para atacar las comisarías".

Comercios, escuelas y oficinas de Puniab permanecieron cerradas toda la jornada de ayer. Las calles de Chandigarh, capital del Estado, y Amritsar estaban desiertas. Los 18 millones de habitantes de Punjab se vieron confinados en sus aldeas y pueblos al no existir transporte público. Las bombas que durante la noche estallaron en las estaciones de ferrocarril advertían a la población contra la decisión gubernamental de hacer funcionar los trenes con personal militar.

La huelga general fue decretada en protesta por el ghallughara (genocidio) de sijs, ocurrido en 1984, cuando el Ejército indio trató, con un ametrallamiento masivo, de hacer salir del Templo Dorado a todos los terroristas que se habían refugiado en él. La operación estrella azul, que abrió una brecha infranqueable entre sijs e hindúes fue la desencandenante, meses después, del asesinato de la primera ministra Indira Gandhi.

Alrededor de 500 personas fueron detenidas el miércoles pasado en Amritsar. Entre los detenidos se encuentran los principales líderes de la Federación de Todos los Estudiantes Sijs de India y del partido Akali Dal. Ambas organizaciones políticas defienden la separación del Punjab de la Unión India y la creación de un Estado soberano bajo el nombre de Jalistán (el País de los Puros).

La demostración de fuerza ordenada por el Gobierno de Nueva Delhi sólo servirá para "alterar más los ánimos de los sijs", señalan fuentes periodísticas. Añaden que el "brutal comportamiento de la policía", que destrozó la cámara de un fotógrafo, veló los carretes de otro y no permitió la entrada en el Vaticano de la religión sij a simples peregrinos venidos de aldeas sin saber que se trataba del aniversario de la operación estrella azul, agravará, sin duda, el resentimiento sij.