Escaso optimismo ante la segunda fase

Los dirigentes sindicales salieren ayer de su encuentro con el Gobierno abrigando muy poco optimismo sobre el futuro de la concertación social y así lo confirmaron Antonio Gutiérrez y Nicolás Redondo. Tanto UGT como CC OO entraron a la reunión con una propuesta según la cual la mesa más urgente es la que debe tener como objeto la política de empleo, incluyendo en ella la revisión de las modaliclades de contratación temporal y los incentivos al empleo fijo. Ese era también el compromiso alcanzado en la primera fase del diálogo.El Gobierno, a su vez, ha renunciado asimismo a que se inicie de inmediato la negociación de un acuerdo de competitividad, rebautizada ahora como pacto de progreso. Esa discusión no se iniciará hasta que no se constituya el Consejo Económico y Social. Antonio Gutiérrez asegura que si la CEOE o el Gobierno quieren llevar allí su propuesta de moderación salarial, son muy libres de hacerlo, otra cosa es el resultado que consigan. Los sindicatos piensan también proponer entonces reformas como la requerida a la política industrial.

El máximo dirigente de CC OO cree que el Gobierno ha pretendido cambiar la mecánica de negociación respecto a los compromisos alcanzados con Felipe González, presidente del Gobierno, en la reunión mantenida el pasado 17 de abril, y ha querido que algunos temas queden supeditados. Es por ejemplo lo que ha ocurrido respecto a la política de empleo.

Ni CC OO ni UGT se oponen a que el Gobierno debata con la patronal cada uno de los temas, pero no aceptan que se discuta en una mesa trilateral las medidas para mejorar la calidad del empleo. Esa discrepancia ha provocado que ayer no se concretara cuándo ni cómo se va a iniciar esa mesa de discusión.