Operados con éxito en EE UU dos fetos que sufrían hernia de diafragma

Cirujanos de la Universidad de California, en San Francisco (EL UU), han operado con éxito a dos fetos para corregirles una hernia en el diafragma (perforación en la pared muscular que separa el pecho del abdomen). Este defecto congénito casi siempre es mortal. Por ello, los expertos han calificado este hecho como el comienzo de una nueva era en la medicina prenatal.El primer feto, actualmente un niño con nueve meses de vida y siete kilos de peso, fue intervenido con 24 semanas y media de gestación y nació, sano, siete semanas después. El segundo, una niña, fue operado en marzo y nació hace seis semanas, según recoge la última edición del New, England Journal of Medicine. En ambos casos, los cirujanos tuvieron que extraer parcialmente al fete del vientre materno para la operación. El estómago, el bazo y los intestinos habían subido hasta el pecho por la perforación producida por la hernia, y ocupaban tanto espacio que los pulmones no podían crecer. Otros seis bebés operados anteriormente murieron, cuatro de ellos debido a los efectos de la hernia sobre el hígado y el cordón umbilical, según Michael Harrison, director de las operaciones.

"Estamos muy orgullosos de los dos bebés", dijo Harrison en rueda de prensa, al precisar que él y, su equipo trabajaron durante 12 años en la elaboración de esta técnica de cirugía. Primero experimentaron con fetos anirnales como corderos y monos.

Las hernias de diafragma afectan a uno de cada 2.200 bebes, aproximadamente, y aunque se les puede operar después del parto, sólo el 25 por ciento de los intervenidos tiene posibilidad de salvarse. De no haber realizaclo las operaciones para colocar en su lugar correcto los órganos abdominales y dar a los pulmones la posibilidad de desarrollarse, es casi seguro que los bebés hubieran muerto al nacer.

La cirugía prenatal ha experimentado grandes avances en los últimos meses. Un niño londinense fue operado de corazón en el vientre de su madre a las 31 y 33 semanas de gestación. Él niño, que nació el pasado 4 de enero, murió a las cinco semanas de nacer pero de no haber sido intervenido apenas habría sobrevivido 24 horas.