"Es sabido que ningún niño contagia a otro"

En Holanda, los enfermos de sida o los seropositivos no son considerados como un peligro social. De ahí que tanto el Ministerio de Sanidad como el de Educación dediquen sus campañas a informar sobre la prevención del virus desde la escuela primaria y con textos adaptados. La Comisión Holandesa de Información sobre el Sida opera también desde hace un año en el campo de la escolarización. Según el doctor Bart Eyrond, uno de sus colaboradores, el centro ha diseñado una campaña informativa que introduce el síndrome como un problema social en los programas escolares. "Si un colegio ya ofrece educación sexual añadimos explicaciones sobre el sida, tratando de adaptar conceptos sobre su naturaleza y formas de transmisión a la edad de los alumnos".Cuando el centro carece de textos sobre sexualidad, la comisión elabora uno y trata de incluirlo en el plan de estudios. "A los más pequeños se les explica, por ejemplo, que jugar con una jeringuilla es peligroso; a los mayores de 12 años les proporcionamos información sobre cómo evitar el contagio, además de la primera orientación sexual". Todo ello enmarcando el sida en un grupo más amplio de enfermedades infecciosas, porque "es sabido que ningún niño contagia a otros por jugar o estudiar cerca de ellos".

En estos momentos 12 menores de 12 años constan en los centros oficiales como portadores de la enfermedad. Esta relación comenzó a elaborarse en 1982 y, según portavoces de Sanidad, los fallecimientos no aparecen aún en sus registros.

Los colegios públicos están obligados a aceptar a cualquier alumno sin ejercer discriminación alguna, aunque los consejos escolares y de padres tienen autonomía para aplicar sus propias normas internas y discutir la presencia de niños afectados. Hasta la fecha no se han producido problemas con otros alumnos o familias en ninguna guardería o centro de educación primaria o secundaria del país.

A pesar de que el Parlamento Europeo discute con frecuencia asuntos relacionados con el sida, no existe por ahora una norma comunitaria destinada a regular la escolarización de niños o adolescentes afectados por el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.