Baja participación en las primeras elecciones libres en Polonia
, Los datos no oficiales sobre la baja participación en las elecciones municipales, primeros comicios plenamente libres y democráticos en Polonia desde hace más de medio siglo, reflejaron ayer el estado de ánimo de la sociedad, cansada por la crisis económica, y la falta de fe en mejorar la vida mediante actos electorales. La participación fue del 42,26%, según un informe dado a conocer anoche en Varsovia.
Sin ser un fracaso total de la democracia, la votación de ayer, así como el poco interés que había despertado la campaña electoral, demostraron que los polacos no se libraron del principal lastre del totalitarismo -la pasividad política- y optaron por dejar la solución de sus problemas en manos de las élites, políticas que el pasado año habían logrado acabar pacíficamente con el monopolio comunista en Polonia.Las adelantadas elecciones municipales, observadas por expertos del Consejo de Europa con el fin de admitir en éste a Polonia una vez que celebre unas elecciones plenamente democráticas, tenían por objeto, según pretendían el Gobierno y Solidaridad, asentar la democracia polaca eliminando a nivel local los restos de la antigua nomenklatura comunista.
El acto electoral se convirtió, asimismo, en una prueba de la estabilidad del apoyo social a Solidaridad y de su Gobierno, que desde hace cinco meses aplica a los polacos una cura de caballo para sanear la economía.
Malestar social
El resultado de este examen no se auguraba ayer por la tarde excesivamente alentador para Solidaridad y, sin llegar a ser una moción de censura a esta formación, podía considerarse como una clara advertencia sobre el malestar social.
Los datos sobre participación dados anoche -el 42,26%- se refieren a 47 de las 49 provincias del país y muestra una mayor afluencia de votantes en las regiones rurales que en las ciudades. Si se confirman oficialmente estos índices de participación, ésta sería casi un 20% menor que la registrada el año pasado en las elecciones legislativas que acabaron con el monopolio del poder del partido comunista.
Cerca de 27 millones de polacos podían elegir ayer entre 147.112 candidatos, que se disputaban 52.028 puestos de concejales. Un 32% de los candidatos eran personas próximas a Solidaridad; un 8% representaban a diversos partidos campesinos; un 44% no definía su afiliación partidista, y otro 16% habían sido presentados por cerca de 1.000 agrupaciones creadas ad hoc con motivo de las elecciones.
Solidaridad, representada en las elecciones por los denominados comités cívicos, fue la organización más activa durante toda la campaña electoral. La baja participación en el sufragio afectó, por tanto, también en mayor grado a esta agrupación que, según el último sondeo elaborado sobre la intención de voto, sería votada por un 55% de los electores. Según los mismos sondeos, un 17% de quienes iban a tomar parte en el sufragio había decidido votar a otros partidos políticos, desde los dos comunistas hasta los nacional católicos, y un 28% no había determinado sus preferencias.
Una característica singular y digna de destacar de los comicios municipales celebrados ayer fue la total ruptura de la coalición de Solidaridad con el Partido Campesino y el Partido Democrático, con los que forma el Gobierno, coalición que no se reprodujo en ninguna circunscripción en toda Polonia.
En las grandes ciudades en que la votación se efectuaba por sistema proporcional y no mayoritario como en las pequeñas localidades, los candidatos de Solidaridad representaban un 23% de todos los aspirantes; el Partido Socialdemócrata, de los comunistas reconvertidos, había presentado a poco más de un 5% de los candidatos, un punto porcentual menos que la Confederación de la Polonia Independiente, agrupación nacionalista ilegal hasta el pasado año. Un 11% de los candidatos provenía de organizaciones políticamente indefinidas, tales como, por ejemplo, comités de vecinos o asociaciones de empresarios.
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