Estados Unidos reparó en secreto armas nucleares en Europa para evitar el pánico
Estados Unidos ha reconocido que durante los dos últimos años ha reparado armamento nuclear defectuoso en Europa, pero que en ningún momento ha existido peligro de explosión.Fuentes norteamericanas han explicado en Washington que la información no se hizo pública para evitar el pánico y las llamadas de miles de personas interesándose en su seguridad y en las fuerzas nucleares estadounidenses desplegadas en Europa, que incluyen decenas de tipos distintos de misiles, más de 1.000 bombas nucleares y centenares de obuses protegidos por viejos cascos de artillería.
En una serie de movimientos secretos de armamento nuclear llevados a cabo en 1988, las autoridades militares norteamericanas descubrieron ciertas deficiencias en los cascos de algunos proyectiles nucleares W-79, unos obuses de corto alcance desplegados en la República Federal de Alemania (RFA), Italia y Holanda.
El Pentágono ordenó que nadie trasladara o tocara los proyectiles hasta que fueran analizados por los especialistas. Cuando los técnicos terminaron sus investigaciones descubrieron que los cascos de esos proyectiles tenían ciertas deficiencias, según reconoció ayer el propio Secretario de Defensa, Richard Cheney, en Bruselas.
Cheney explicó que la información sobre esos proyectiles defectuosos -apareciada ayer en The Washington Post- era "exagerada" porque la operación de reparación "no ofreció ningún peligro". El Secretario de Defensa explicó además que EE UU mantiene unos altos niveles de seguridad en las armas nucleares desplegadas en Europa y rehusó explicar por qué no se habían hecho públicas las anomalías descubiertas en los W-79, de las que sí se informó al Gobierno de Bonn.
La OTAN tiene desplegados en estos momentos unos 2.000 proyectiles de este tipo. La mayor parte están situados en la RFA. Los especialistas consultados por el Post aseguran que los W-79 podrían explotar si reciben algún golpe. Los cascos de los W-79 están diseñados para proteger proyectiles de 10.000 toneladas de TNT, dos terceras partes tan potentes como la bomba que destruyó Hiroshima en 1945 y su lanzamiento se efectúa desde vehículos acorazados especiales.
Estos problemas han provocado la inquietud de algunos congresistas, que han solicitado al presidente George Bush información sobre la seguridad del armamento nuclear norteamericano. Algunos funcionarios de la Administración de Bush creen que tradicionalmente los niveles de seguridad han estado supeditados al interés de los militares en incrementar su poder y eficiencia nuclear.
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