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El precio de los médicos

Los facultativos se rebelan ante Sanidad y las compañías privadas para conseguir mejores salarios

Mercedes Cardín se hizo socia de Sánitas en 1989, tras una mala experiencia en la Seguridad Social, para poder ser atendida por un ginecólogo amigo. Un año después es una de las nueve mujeres que ha presentado una denuncia ante la Unión de Consumidores de España (UCE) por la decisión -tomada unilateralmente- de los tocoginecólogos de cobrar directamente a las pacientes el precio de la consulta. Esto ha supuesto el inicio de una guerra entre varias asociaciones profesionales y las compañías de seguro libre. Los sindicatos médicos, por su parte, convocan hoy huelga en la sanidad pública para conseguir de la Administración un salarlo básico de 400.000 pesetas.

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La actitud de los tocoginecólgos -piden que se tripliquen las actuales tarifas- ha sido imitada por otros especialistas como los otorrinos, pero los primeros juegan con ventaja en su rebelión ante las compañías aseguradoras.La mayoría de los usuarios que suscriben una póliza de asistencia sanitaria acuden a la sanidad privada para garantizarse una atención más personalizada durante el embarazo y parto, según una encuesta del Insalud. Los ginecólogos cuentan, además, con el apoyo de sus pacientes ya que la relación que establecen con ellas goza de una complicidad e intimidad que no se da en otras especialidades. Mercedes Cortín, de 34 años, se ampara en la amistad que la une con su ginecólogo para mantener el anonimato de su médico. "No quiero que salga su nombre. Yo presenté la denuncia porque creo que tengo contratados unos servicios y no puedo admitir que me cobren más", explica. Las reivindicaciones de la Asociación de Tocoginecólogos de España -apoyadas por los colegios de médicos de Madrid, Sevilla y Barcelona- han surgido un mes antes de que se renueven los cargos directivos de la Organización Médica Colegial (OMC).De hecho, Pablo Vallaure, presidente de la Asociación de Tocoginecólogos de España, ha manifestado que no confían en la OMC e insiste en que sus estatutos les permiten negociar las nuevas tarifas. Según Vallaure la asociación que preside cuenta con 200 asociados -en España hay 4.846 tocoginecólogos colegiados, -según el censo de la OMC- y denuncia que desde 1972 han perdido un 60% de poder adquisitivo. Los ingresos de las compañías, en cambio, fueron en 1988 de 98.011 millones de pesetas, 15.554 millones más que en 1987.Las aseguradoras, por su parte, han optado por pagar las cantidades que abonan directamente las mujeres (ver EL PAÍS del día 26 de abril» y dar de baja de sus cuadros médicos a 30 profesionales. Aceptan que hay que actualizar las tarifas pero consideran que el órgano de negociación es la Comisión Nacional Mixta, creada por el doctor García Cubero, vocal de asistencia colectiva en el OMC. Esta comisión está formada por las grandes compañías -Asisa, Adeslas, Previasa, Sanitas y Unespa-, los sindicatos médicos y la OMC.

Insolidaridad

García Cubero considera que las actuales tarifas -600 pesetas por la consulta de medicina general, 700 por la pediatría y entre 800 y 1.300 si se trata de especialistas- son claramente insuficientes, pero matiza que la actitud de los ginecólogos es "poco solidaria con otros especialistas" y se muestra tajante al afirmar que la OMC "no acepta negociaciones unilaterales con determinados colectivos". "Vamos a exigir a las compañías que pagen 2.000 pesetas por acto médico, siguiendo los resultados de una encuesta. Esto lo tenemos conseguido a partir del 1 de enero de 1991, pero vamos a ver si es posible adelantarlo al mes de junio o julio de este aflo", dice García Cubero.La Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública opina, en cambio, que la negociación de los sueldos es competencia de los sindicatos o de las asociaciones profesionales pero no de la OMC", según Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la FADSP.

La falta de representatividad se ha planteado también en la huelga convocada para hoy en la sanidad pública por parte de el CEMSATSE -convergencia de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) y el Sindicato de ATS de España (SATSE)- en apoyo de unas "retribuciones dignas, carrera profesional y defensa de la sanidad pública". Esa organización, que afirma ser mayoritaria entre el personal sanitario (médicos y enfermería) ha convocado la huelga a pesar de que el resto de los sindicatos (UGT, CC 00 -mayoritarios en la mesa sectorial-, ELA-STV y CSIF) firmó un acuerdo con Sanidad el pasado día 11 de Mayo.

CESMSATSE pide un salario básico para todos los médicos de 400.000 pesetas. En 1989 un jefe de departamento cobraba 377.155 pesetas mensuales (brutas), un jefe de servicio 363.023 pesetas, el jefe de sección 314.335 y un médico adjunto o especialista de área percibía 265.380 pesetas mensuales. Si tienen dedicación exclusiva hay que añadir 99.147 pesetas en el caso del jefe de departamento y de servicio, 90.131 para el jefe de sección y 81.120 los médicos adjuntos. Además, hay que añadir 200.000 pesetas anuales en concepto de productividad y un millón, como media, por la realización de guardias. En 1989 esas cantidades se incrementaran en un 6%, según Luis Herrero del Insalud.

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