Un español, aspirante al Parlamento de Damasco

La jornada electoral comenzó temprano para Antoine Barkil, uno de los 9.615 candidatos independientes al Consejo del Pueblo, el Parlamento sirio. Tras depositar su voto, recorrió diversos colegios electorales del distrito X, correspondiente a la provincia de Damasco, por el que se presenta. "La presencia personal del candidato es muy importante el día de la votación para animar a los indecisos, que son muchos", declara en un correctísimo castellano aprendido durante sus 19 años en España.El doctor Barkil cursó sus estudios de medicina en Madrid, donde se especializó en cirugía y gerencia hospitalaria, e incluso obtuvo una plaza en la Seguridad Social. Nacionalizado español por su matrimonio con una madrileña de la que hoy está divorciado, llegó a presentarse como independiente por Madrid en las elecciones generales de 1978. "Se trataba de un proyecto para defender los derechos de los españoles de origen extranjero que entonces no tuvo mucho eco", relata con un deje de nostalgia. Cuatro años más tarde, ya en las listas del PSOE, hubiera podido tener más éxito, pero sus asuntos familiares le obligaron a abandonar la campaña y en 1983 regresó a Siria.

"Una vez aquí, me di cuenta de las deficiencias del sistema sanitario y estoy luchando por mejorarlo", explica como principal motivo de su candidatura. La política no resulta algo nuevo en su familia, que ha dado varios ministros y diputados en anteriores legislaturas. Barkil lo intentó por primera vez en 1986, pero tuvo que retirarse "porque no tenía bien preparada la campaña". Ahora, con un equipo modesto, basado sobre todo en la familia y los amigos ante la ausencia de partidos políticos, se ha lanzado a la conquista de uno de los 100 escaños que el régimen reserva a los independientes. "Quién sabe, tal vez podamos obtener más si logramos movilizar a la gente", afirma en un alarde de optimismo.