El paquete bomba que causó un muerto en Valencia estaba compuesto por Goma 2

La policía considera poco probable que las bandas terroristas ETA o GRAPO sean las autoras del envío de un paquete bomba que causó un muerto y seis heridos el pasado viernes en Valencia. El artefacto que explosionó en la sede de la empresa Intermediarios Financieros estaba compuesto por el explosivo Goma 2, según los primeros análisis, pero este dato no ha despejado las dudas sobre la autoría. ETA lleva tiempo sin utilizar la Goma 2, mientras los GRAPO jamás han remitido paquetes bomba. El fallecido en este atentado, Juan Antonio Pérez, de 31 años (y no de 35, como informó el hospital donde murió), fue enterrado ayer. El herido Diego Guevara, de 40 años, sigue grave, pero evoluciona favorablemente.

La policía no descarta hipótesis alguna, pero en estos momentos la pista de ETA y GRAPO ha perdido fuerza para los investigadores. El campo de la investigación policial se ha ampliado y se estudia también la posibilidad de la autoría de alguna mafia.Un policía relacionado con el caso dijo a este periódico: "Lamentablemente, en esta ocasión habrá que esperar a la reivindicación". Otra fuente de las fuerzas de seguridad, sin embargo, recordó que hace años se remitieron paquetes similares a empresarios españoles y nadie reivindicó la acción. En la propia Valencia, un artefacto de gran potencia estalló hace tres años en el domicilio de una familia guineana sin causar heridos. Esta acción terrorista tampoco fue reivindicada.

El objetivo del atentado del viernes en Valencia tampoco es habitual de la organización terrorista ETA Militar; se trata del director comercial de una empresa dedicada a colocar capitales de particulares. De hecho, los directivos de la compañía no habían denunciado nunca ningún tipo de amenazas.

Otro aspecto que aleja el atentado de la autoría de ETA es el hecho de que la banda terrorista vasca utiliza pentrita en sus paquetes bomba, que tienen un peso de entre 100 y 200 gramos. El paquete de Valencia pesó 2,600 kilógramos al ser entregado a la empresa Seur de Alicante por un joven para que fuera trasladado a su destino. La caja era de madera, como las utilizadas para transportar una botella de vino, y la Goma 2 del interior pesaba entre un kilógramo y 1,2 kilógramos, según una fuente policial.

La policía no otorga mucha credibilidad a la denuncia de un vecino de la zona de la explosión, la calle de Colón, en pleno centro comercial, quien aseguró haber visto hace días a una terrorista del GRAPO buscada por su participación en actos delictivos.

Autoridades ausentes

El entierro de Juan Antonio Pérez se efectuó en la tarde de ayer. Al mismo no acudió representante alguno del Ministerio del Interior. Tampoco asistió el delegado del Gobierno, Francisco Granados, ni el presidente de la Generalitat, Joan Lerma.La alcaldesa de Valencia, Clementina Ródenas, visitó la capilla ardiente por la mañana. Ródenas lloró y criticó lo absurdo del crimen.

Accionistas de la empresa Intermediarios Financieros se mostraban soprendidos por el atentado. "Juan Antonio bromeó sobre la posibilidad de que el paquete fuera una carta bomba. Esto demuestra que no habíamos recibido amenazas y estábamos tranquilos". Con estas palabras se expresaba Antonio López Sellés, uno de los accionistas de Intermediarios Financieros.

Jorge Arañó, director gerente de la empresa, recalcó que Intermediarios Financieros se limita a colocar el dinero de sus clientes, sin intervenir en otro tipo de negocios. Un portavoz de la empresa anunció la intención de la compañía de que el próximo lunes se reinicie el trabajo de la firma.

El atentado ha causado una gran alarma en los medios financieros y económicos valencianos. Una psicosis de envíos de paquetes bomba se ha extendido por toda la ciudad.

Por lo que respecta a los heridos, Diego Guevara, de 40 años y trabajador del departamento comercial de la empresa Intermediarios Financieros, continuaba grave ayer, aunque su evolución era favorable. Guevara se encontraba en el despacho del fallecido cuando se produjeron los hechos. Los otros cinco afectados -Luis Barcia, de 26 años; Vicenta Cuenca, de 72; Marina Gómez, de 43; Lucía Segura, de 73; Dolores Capilla, de 50- fueron dados de alta el mismo viernes.