Los socialistas renuncian en Francia a defender el voto para los inmigrantes

La renuncia del Partido Socialista francés (PS) a proponer el derecho de voto de los extranjeros en las elecciones municipales, ha provocado una viva protesta por parte de numerosos diputados y militantes socialistas. Al abandonar uno de los ejes de su política de integración de los inmigrantes, el PS afirma realizar un "gesto de buena voluntad" en dirección a la derecha democrática, a fin de que ésta se implique más activamente en la lucha contra la ascensión del racismo. Maríe-Noalle Lienemann, diputada socialista del departamento de Essone, expresó ayer el sentimiento de buena parte de la militancia socialista. "Estoy indignada", dijo, "por esta renuncia del PS a uno de sus principales objetivos democráticos".El PS se había comprometido a defender la aprobación en el curso de la actual legislatura de una ley que otorgara el derecho de voto en las elecciones municipales a los extranjeros que viven y trabajan en Francia desde hace cierto tiempo y pagan sus impuestos locales.

El propio presidente, François Mitterrand, solía recordar que el Reino Unido, Holanda y los países escandinavos permiten que sus inmigrantes opinen sobre decisiones políticas locales e incluso nacionales.

La extrema derecha del Frente Nacional de Jean-Marie le Pen había hecho de la lucha contra esta promesa socialista uno de sus principales caballos de batalla. El eco entre su propio electorado del discurso xenófobo de Le Pen había llevado a los partidos de la derecha democrática, en particular el RPR de Jaeques Chirac, a oponerse vivamente a esta oferta socialista.

La derecha había condicionado su participación en la mesa redonda nacional sobre la inmigración y el racismo, prevista para el próximo 29 de mayo, a una declaración formal del primer ministro, Michel Rocard, de renunciar a todo proyecto para dar el voto a los inmigrantes.

Jóvenes neonazis

Entretanto continúan en Francia los atentados antisemitas y antiárabes. Ayer, fuentes judiciales de Rennes informaron que tres jóvenes neonazis reconocieron que habían profanado un cementerio católico en Bretaña el pasado miércoles y pintado consignas antijudías sobre las tumbas.Una profesora de Historia ha sido agredida en su domicilio por hombres enmascarados, horas después de que consagrara una hora de clase a explicar el holocausto judío. Otra mujer fue golpeada en un parque por leer un libro en árabe.

Por otra parte, en la aplicación de la nueva legislación antirracista, la Policía francesa acaba de cometer un error al aprehender en el aeropuerto de Orly varios libros destinados al Instituto del Mundo Arabe de París. Se trataba de publicaciones palestinas y, en un exceso de celo reconocido posteriormente, los funcionarios confundieron antisemitismo con lo que en realidad era una crítica de la política del Estado de Israel.