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El teniente coronel Masa negó haber comprado armas utilizadas por los GAL

El teniente coronel Rafael Masa González negó el pasado jueves ante el juez francés Christian Lauque haber comprado en Andorra una partida de pistolas Walther P5, alguna de las cuales fueron utilizadas por el mercenario Paulo Figueiredo Fontes en los atentados realizados por los GAL contra los bares Batzoki y La Consolation, del sur de Francia, en 1985. La comparecencia del jefe de la Guardia Civil se verificó en el mayor de los sigilos en el Juzgado Central número 5 de la Audiencia Nacional.

Fuentes del juzgado confirmaron ayer que el teniente coronel Rafael Masa compareció finalmente ante la comisión rogatoria encabezada por el juez francés Christian Lauque, interesado en aclarar los atentados citados.Fuentes jurídicas que el día anterior presenciaron el desarrollo de la comisión rogatoria, ante la cual fueron conducidos los policias José Amedo y Michel Domínguez, aseguraron a los informadores que Rafael Masa estaba citado y no había comparecido. En realidad, la declaración de Masa se verificó a una hora distinta, rodeada del mayor de los sigilos.

Masa se mostró "encantado de colaborar" en la investigación y dijo que acudió en varias ocasiones a Andorra por motivos de trabajo, siempre en viaje oficial. El teniente coronel de la Guardia Civil negó haber comprado a Jordi Rosell una partida de 10 pistolas Walther P5, alguna de las cuales fue intervenida al mercenario de los GAL Paolo Figueiredo, y con las que se cometieron los atentados contra los bares Batzoki y La Consolation, del País Vasco francés, frecuentados por refugiados y activistas de ETA. Masa admitió que conocía a los Rosell porque en alguno de sus viajes había comprado artículos de pesca en la armería de la familia.

Masa negó haber tenido vinculación alguna con los GAL, y rechazó que conociera a Luis Morcillo, presuntamente Implicado en el asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santiago Brouard. Rafael Masa afirmó que la difusión pública de ese hecho falso le ha perjudicado mucho. El teniente coronel regresará en breve a Bolivia, donde está destinado temporalmente como asesor de seguridad del gobierno de aquel país.

Ofertas de documentos

En la nueva ronda de declaraciones iniciada por el juez Baltasar Garzón para esclarecer atentados de los GAL, los periodistas Antonio Rubio y Manuel Cerdán declararon que un presunto activista de la organización, al que identificaron como Christian Hitier, les ofreció documentos sobre los GAL a cambio de 30 millones de pesetas.En este primer contacto, que tuvo lugar en el parador de La Seo d' Urgell en 1986 el gal Hitier trató de ocultar su aspecto bajo una peluca. Los periodistas rechazaron la oferta. Seis meses después, en un nuevo encuentro en París con otras personas, los periodistas rechazaron pagar 12 millones por los documentos, aunque se hicieron con parte del material para consultar con su director. El resto de la información apareció después en un zulo de la localidad francesa de Col de Courlecou.

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